Recetas como estas pastas mantecadas son de las que apetece preparar cuando caen las temperaturas, suenan truenos amenazantes o la lluvia golpea en las ventanas. Una especie de galletas con ingredientes sencillos y elaboración simple, de esos dulces que de verdad saben a pueblo, pues hay infinidad de versiones por todos los rincones de nuestro país.
La manteca de cerdo aporta un sabor y una textura muy especial a este tipo de dulces, como comprobamos recientemente en las perrunillas. No son tan arenosas como los navideños mantecados o polvorones, pero sí conservan esa miga suave, que conviene no hornear demasiado para que no se vuelvan muy duras. Se conservan muy bien durante muchos días en una caja hermética, y son perfectas para endulzar una taza humeante en las ya más cortas tardes.
Ingredientes
- Manteca de cerdo a temperatura ambiente 250 g
- Azúcar 200 g
- Ralladura de naranja 0.5
- Canela molida 1/2 cucharadita, y más para espolvorear 2 g
- Vino blanco o dulce (o zumo de naranja) 30 ml
- Huevo 2
- Clara de huevo 1
- Harina de trigo 400 g
- Harina de espelta integral o trigo 100 g
- Semillas de sésamo al gusto (o almendras)
Cómo hacer galletas mantecadas de canela
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 15 m
- Reposo 30 m
Dejar que la manteca se atempere un poco fuera de la nevera, y también los huevos. Cuando la primera esté blanda, batirla con unas varillas eléctricas o manuales junto con el azúcar, hasta que este se disuelva. Agregar los huevos, la ralladura de naranja, la canela y el vino, y batir un poco más.
Añadir las dos harinas poco a poco, batiendo primero y mezclando a mano con una cuchara grande o espátula, hasta formar una masa homogénea y húmeda, pero no pegajosa. Quizá no tengamos que echar toda la harina, pues depende del tamaño de los huevos y el tipo de harina que usemos. Debe ser maleable, despegándose de las paredes del bol sin resquebrajarse.
Dividir en dos, formar discos y envolver en plástico film. Dejar reposar en la nevera durante media hora. Cuando pase el tiempo, precalentar el horno a 180ºC y preparar dos bandejas con papel sulfurizado. Batir ligeramente la clara.
Estirar cada porción dejando un grosor de 1 cm o 1,5 cm, y recortar las pastas con el cortador o molde que se prefiera. Distribuirlas en las bandejas, pintar con la clara de huevo y decorar con sésamo o almendras, y un poco de canela extra. Si se prefieren más dulces, espolvorear con azúcar.
Hornear una bandeja cada vez durante 10-15 minutos, vigilando bien que no se doren en exceso. Puede ser necesario girar la bandeja a media cocción si el horno no cuece igual por todos lados. Enfriar sobre una rejilla.
Con qué acompañar las pastas mantecadas
Estas galletas son para mojarlas en lo que más nos reconforte o apetezca tomar a media tarde, también en la sobremesa con el café. Leche fría o caliente, una infusión o té, o una bebida vegetal aromática con especias y cúrcuma son buenas opciones.
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