La dulcería regional más tradicional de cada rincón de España merece una investigación a fondo, pues tenemos una gastronomía riquísima por descubrir para los más golosos. En muchas zonas andaluzas son típicas las tortas y hornazos dulces que con pequeñas variaciones endulzan fiestas y reuniones familiares, como esta sencilla y tiernísima torta de pellizco, de aceite y sin huevo.
Nos cuentan en Cuarto y Mitá, donde hemos encontrado la receta, que esta torta es típica de Ubrique como una versión simplificada del hornazo, un dulce similar pero que se elabora partiendo de una masa creciente de panadería. Los ingredientes son pocos y el proceso tremendamente simple, pues además se emplea un vaso como única medida.
Nosotros hemos cogido un vaso corriente y, por si acaso, hemos ido pesando las cantidades que iban saliendo según las medidas indicadas. Nos falta experiencia en la cata de estas tortas auténticas para saber si realmente es la textura adecuada, pero el resultado fue un éxito: una torta de masa abizcochada muy esponjosa y suave, tierna y con ese aroma de repostería de pueblo tan característico.
Seguro que le iría muy bien un toque de ralladura de limón, naranja o de canela molida, o incluso se podría quemar el aceite con una piel de limón. El nombre de "pellizco" podría hacer alusión a que la masa se presiona con los dedos para extenderla y añadir las almendras, o, la teoría que más caló en casa, porque se come mucho mejor pellizcando directamente los trocitos de masa que cortándola a cuchillo.
Precalentar el horno a 150ºC con calor arriba y abajo y forrar con papel sulfurizado antiadherente una bandeja o llanda grande.
Mezclar la harina con la levadura, casi todo el azúcar (reservando tres o cuatro cucharadas) y el anís (y sésamo opcional) en un recipiente. Hacer un hueco en el centro y echar el aceite y la leche. Mezclar todo bien con unas varillas o usar una batidora hasta tener una masa homogénea.
Verter en la bandeja extendiéndola con forma redondeada, dejándola con un grosor de un dedo o un pelín más. También se puede simplemente ocupar todo el espacio de la bandeja.
Cubrir con las almendras al gusto y el azúcar sobrante. Hornear durante unos 25 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un palillo salga limpio. Si se quiere dorar un poco más, subir la bandeja al último nivel y activar el gratinador, vigilando que no se queme.
Con qué acompañar la torta de pellizco
Tradicionalmente este tipo de tortas se comparten en familia en días festivos, sobre todo en Cuaresma y Semana Santa, pero es un bizcocho estupendo para cualquier día del año. Le va muy bien un vasito de mistela, o licor dulce, aunque solo con leche, café o una infusión al gusto ya tenemos un desayuno o merienda que siempre apetece.
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