Hoy una receta de tarta con crema de limón, fresquita pero a la vez con una textura muy cremosa que invita a repetir. Yo la preparo muchas veces en las comidas y cenas de verano y siempre es un éxito, así que espero que la pongáis en práctica y se convierta en un clásico también en vuestras casas.
Podéis seguir para hacer la base esta receta de masa quebrada o bien comprar una lámina refrigerada, con lo que en un ratito la tendréis preparada y lista para degustar después de comer.
Si hacéis vosotros la masa seguir estos pasos. Colocar en un molde desmontable la masa bien estirada y pincharla con un tenedor. Precalentar el horno a 180ºC y meter el molde en el congelador mientras que el horno alcanza la temperatura tal como os había explicado aquí. Hornear la masa durante 12 minutos.
Mientras mezclar en el vaso de una batidora con varillas los huevos, el azúcar, la nata y el zumo de limón y batir durante tres minutos hasta que se vea algo cremoso. Tamizar por un colador o un chino y añadir la ralladura de limón. Verter sobre la superficie de la masa. Hornear a 160ºC durante 30-35 minutos. Dejar que enfríe bien antes de quitarla del molde.
Con qué acompañar la tarta de limón
La tarta con crema de limón debe dejarse un rato en la nevera para que enfríe, su sabor a limón aumenta entonces y es mucho más fresca que cuando se consume a temperatura ambiente. Como todo dulce elaborado con cítricos es ideal como broche final a una comida o cena copiosa.
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