Ya puedo renegar de la festividad de Halloween que cada año caigo y acabo preparando alguna receta para los peques de la familia. En este caso ha sido esta tarta fantasmagórica que, más que asustar, produjo alguna sonrisa entre los mayores y riñas entre los pequeños para escoger cada uno su fantasma, aunque al final, entre unos y otros, terminamos sin dejar ni una miga.
Como cada año, han sido mis hijos los que me han ayudado con el atrezzo para la foto, ya se ha convertido en una costumbre. Fueron ellos los que me sugirieron adornar la base de la tarta con un lazo negro y colocarla sobre un tul decadente. Me gusta mucho el resultado ¿y a vosotros?
Empezamos preparando el bizcocho de brownie. Tamizamos la harina y el cacao en polvo en un bol y los reservamos. Calentamos el chocolate al baño maría con la mantequilla hasta que se derrita, retiramos del fuego y añadimos los huevos y los azúcares. Batimos muy bien hasta que consigamos una mezcla homogénea.
Agregamos, poco a poco, la mezcla de harina y vamos removiendo con una espátula, realizando movimientos envolventes. Cuando esté todo bien integrado, lo repartimos entre dos moldes de 20 cm untados con mantequilla. Los cocemos a horno precalentado a 180º durante 20 minutos o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio.
Mientras se enfrían los bizcochos, preparamos el ganache. Colocamos la nata en un cazo hasta que empiece a hervir, después la echamos sobre el chocolate dispuesto en un bol resistente al calor y removemos bien hasta que la mezcla sea homogénea y el chocolate esté totalmente derretido. Cubrimos el bol con papel film y dejamos que se temple.
Preparamos los fantasmas. Ponemos las claras con el azúcar al baño maría sobre el fuego, removiendo siempre, hasta que alcance los 50ºC o el azúcar esté disuelto. Pasamos esta mezcla a un bol, añadimos el cremor tártaro y la montamos a punto de nieve con una batidora de varillas.
Ponemos el merengue en una manga pastelera con boquilla redonda y formamos los fantasmas sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Los cocemos 1 hora o 1 hora y media a 100ºC hasta que estén cocidos. Una vez fríos les pegamos dos pepitas de chocolate formando los ojos.
Para montar la tarta, colocamos uno de los bizcochos de brownie sobre una bandeja, lo cubrimos con la mitad del ganache de chocolate, sobre él ponemos el otro bizcocho de brownie y sobre él el resto de ganache. Terminamos repartiendo los fantasmas de merengue sobre la superficie de la tarta y servimos.
Con qué acompañar la tarta fantasmagórica
Lo mejor para preparar esta tarta fantasmagórica y no agobiarse con ella, es organizar el trabajo. Os aconsejo preparar el bizcocho de brownie la noche anterior y el mismo día hacer los fantasmas de merengue y, mientras se hornean, mezclar el ganache de chocolate y montar la tarta.
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