Uno de nuestros dulces favoritos en fiestas navideñas son las trufas caseras, en su elaboración clásica o en versión sencilla en cápsulas. En esta ocasión hemos probado una variante sustituyendo la nata, componente básico, por tahini o tahina, logrando así una versión más nutritiva y naturalmente sin lactosa, apta para quienes no puedan o quieran consumir lácteos ni sucedáneos.
La idea la hemos visto en distintas ocasiones por redes anglosajonas y teníamos ganas de probarla; las fiestas navideñas eran la ocasión ideal, pues son una tentación golosa perfecta para regalar o agasajar a los invitados. Suponemos que saldrían también riquísimas con otra crema de semillas o frutos secos, pero la tahina tiene un sabor más sutil que otras como la de cacahuete, y hoy en día es fácil de encontrar. También suele ser más melosa y homogénea.
Para equilibrar la intensidad del chocolate negro -procura usar uno de primera calidad- y el sabor a sésamo hemos añadido ralladura de naranja, aunque si no es de tu agrado puedes aromatizar las trufas con canela, vainilla, azahar, cardamomo, etc. Si lo prefieres, sustituye la miel o sirope por edulcorante líquido o simplemente no añadas más endulzantes, prueba y actúa en consecuencia a tu gusto y juicio.
Picar o trocear el chocolate y derretir al baño maría, a fuego suave, procurando que no entre agua en el recipiente donde lo estamos derritiendo. Remover con una espátula, cucharilla o lengua pastelera para homogeneizar con cuidado y retirar del fuego.
Combinar en un recipiente no muy profundo la tahina con el sirope o miel, ralladura fina de media naranja pequeña -sin llegar a la parte blanca, mejor usando un zeter tipo Microplane-, una pizca de canela y una pizca de sal. Agregar el chocolate derretido y mezclar con unas varillas suavemente, para no incorporar aire, hasta obtener una mezcla homogénea.
Probar y ajustar el dulzor o el aroma de naranja o canela si se desea. Esperar a temperatura ambiente a que se temple antes de tapar con plástico film, sin necesidad de que toque la superficie de la crema. Llevar a la nevera hasta que esté sólido al tacto, mínimo unas tres o cuatro horas.
Preparar varios recipientes con el rebozado que se les quiera dar a las trufas, y otro donde se irán colocando, o cápsulas de trufa. Tomar pequeñas porciones con un sacabolas como los de melón o una cucharilla, bolear con las mans y cubrir con sésamo tostado, cacao tamizado, coco rallado, nueces picadas, etc. Guardar en la nevera.
Con qué acompañar las trufas de chocolate y tahina
Nos encanta sacar las trufas de chocolate negro con los cafés de sobremesa y, si la ocasión lo merece, algún licor o vino dulce. No son muy dulces, especialmente si usamos un chocolate de alta pureza en cacao, por lo que no cansan ni empalagan, y serán compatibles durante las fiestas con algún pequeño trozo de turrón de almendras o un mantecado casero, aprovechando el sésamo. El toque de naranja hace que acompañen también muy bien una infusión afrutada o mandarinas de merienda.
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