Los postres en vasito siempre son un gran apaño cuando queremos lucirnos con invitados complicándonos lo mínimo en la cocina, y también para darnos un capricho sin motivo. El fool ("tonto", "loco") es un postre típicamente británico que eleva a los altares este formato, perfecto para versionar con fresas y que apenas requiere tres o cuatro ingredientes.
Un fruit fool consiste en una crema o mezcla en capas irregulares de una salsa de frutas con nata montada, a veces usando crema inglesa o natillas más líquidas. Aunque hay versiones presentando este postre en capas más diferenciadas y añadiendo otros ingredientes, la magia del fool está en su simple rusticidad y perfecta imperfección. Si quisiéramos complicarnos más siempre podríamos lanzarnos con un un triffle, por ejemplo.
Solo hay que tener en cuenta que la salsa, sirope o compota de fresa necesita enfriarse muy bien antes de mezclar con la nata montada, así que podríamos dejarla la lista el día antes en la nevera. Ajusta la cantidad de dulzor a tu paladar o combina las fresas con frambuesas o grosellas para darle otro toque.
Lavar y secar las fresas sin el rabito, pesando unos 220 g, y reservar unas piezas enteras. Trocearlas y disponer en un cazo con el zumo de limón y el azúcar, calentar a fuego medio-bajo y dejar que se disuelva el azúcar. Cocer suavemente unos 20-25 minutos mientras se chafa con el tenedor.
Continuar la cocción, chafándolas, hasta que se forme una especie de sirope espeso o compota más líquida con tropezones de fruta. Trasladar a otro recipiente, dejar templar y enfriar en la nevera al menos dos horas.
Montar la nata muy fría con unas varillas eléctricas o robot hasta dejarla firme. Mezclar la nata con el sirope frío de fresas reservando unas cuatro o cinco cucharadas. Combinar con movimientos envolventes sin terminar de homogeneizar.
Repartir la crema en cuatro vasitos alternando cucharaditas del sirope reservado de forma irregular, añadiendo trocitos de las fresas reservadas en medio. Coronar con alguna pieza de fresa y reservar en frío hasta servir.
Con qué acompañar los vasitos de crema de fresas con nata
Postre o merienda a media tarde, los vasitos tipo fool de crema de fresas con nata son un dulce refrescante perfecto para días más cálidos de primavera-verano, o sobremesas de menús más contundentes. Podríamos añadir unas hojas de menta o hierbabuena, o, si queremos elevar aún más el postre, espolvorear por encima trocitos de galleta o frutos secos tostados caramelizados.
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