Hace poco hicimos un repaso de las 31 recetas que habría que aprender antes de independizarse, pero sabemos que también hay mucha gente que no suele cocinar en casa por diferentes razones. Falta de tiempo o interés, porque cocina algún otro familiar o compañero de piso o porque nunca se ha encontrado la motivación necesaria: para todos ellos, hoy traemos las mejores 17 recetas de cocina para los que nunca cocinan.
Son platos variados que se caracterizan por su facilidad y sencillez, que no implica necesariamente simpleza. Algunas son recetas básicas que hasta los más expertos cocinillas seguro que elaboran habitualmente, porque no hace falta complicarse siempre para disfrutar de platos ricos. Sea cual sea tu caso, seguro que más de una de estas recetas te vendrá más que bien tener siempre a mano.
1. Gazpacho andaluz tradicional
Si alguien lo echó de menos en el recopilatorio anteriormente citado, no podía faltar aquí. El gazpacho tradicional no es solo una receta imprescindible en todo recetario casero que se precie, es que además es sencillísimo de preparar. No requiere cocción de ningún tipo, se puede ajustar la receta al gusto personal y es un plato muy versátil para incorporar a cualquier menú.
La clave de un buen gazpacho reside en la calidad de los ingredientes, y si nos ajustamos al sabor más tradicional no hacer experimentos demasiado extraños. Me gustaría tomar gazpacho todo el año, aunque reconozco que en los meses cálidos sabe mejor, porque es refrescante pero también porque el sabor de los tomates marca la diferencia. ¿Cómo evitar que se vuelva aburrido? Jugando con la guarnición.
2. Tostas de tomate y mozzarella con mortadela de Bolonia
Un buen pedazo de pan y ricos ingredientes encima: ¿hay algo más simple? Las tostas, tostadas, open-faced sandwich, bruschettas y demás están de moda, a pesar de llevar con nosotros mucho tiempo. Los bocadillos son más cómodos para tomar para llevar, pero en casa yo también prefiero el formato tosta ya que son más ligeras al tener solo una capa de pan. Y así puedes tomar dos.
Usando un pan bueno de verdad como base podemos preparar un almuerzo o cena sencillísimo en unos minutos, siempre que escojamos bien los ingredientes que lo van a coronar. Lo ideal es combinar ingredientes vegetales con alguna proteína, y si añadimos un buen queso será aún más saciante, nutritivo y jugoso. Esta receta de tostas de tomate y mozzarella con mortadela apuesta por embutido italiano de calidad para no tener ni siquiera que cocinar la carne.
3. Baguette de desayuno horneada con bacon, huevo y queso
Quien dice desayuno dice brunch, almuerzo o incluso merienda o cena. Inspirada en los desayunos ingleses más tradicionales, esta receta de baguette horneada con bacon, huevo y queso es una elaboración sencillísima pero de lo más satisfactoria, con ingredientes básicos que combinan para crear un plato energético e irresistible para estómagos hambrientos.
El pan tipo baguette funciona como base, a modo de barco, que se vacía en parte para rellenar con el resto de ingredientes. Después hay que cocinarlo en el horno unos pocos minutos para disfrutar de un interior cremoso y sabrosísimo, con la mezcla cuajada de huevos y el queso derretido.
4. Tarta tatin de tomates y queso fresco de cabra
Si buscáis una receta con la que impresionar a los invitados en casa, pero no tenéis ni idea de cocinar, esta deliciosa tarta tatin de tomates y queso fresco de cabra es la opción ideal. La presentación es de lujo y el sabor aún mejor, y da la sensación de haber puesto mucho esfuerzo en la cocina cuando en realidad es una elaboración sencilla, rápida y que no requiere gran talento culinario.
Estamos además ya en época de buenos tomates, algo fundamental para que el sabor final de la tarta tatin sea un verdadero éxito. Sólo hay que cubrir una fuente con tomates, hornearlos, añadir el queso, cubrir con hojaldre y volver a hornear. Después lo único que hay que hacer es desmoldar colocando encima un plato grande y girando la fuente, ya que para facilitar más la tarea la tatin debe quedar al revés, con los tomates encima. Más fácil imposible.
5. Tortilla de espárragos trigueros
Aprovechando otro producto de temporada, los espárragos trigueros, podemos preparar uno de los platos más sencillos y ricos que todo el mundo debería saber preparar en casa, la tortilla. Puede que la clásica española de patatas requiera algo más de técnica y esfuerzo, pero una tortilla estilo francesa con verduras es mucho más fácil y nos solucionará un almuerzo o cena en un momento.
Lo único que debemos tener en cuenta para que cocinar esta tortilla sea coser y cantar, es disponer de una buena sartén antiadherente. Es lo que suelo recomendar a todo el mundo que cocina poco en casa, porque con ella se preparan muchos platos fáciles y rápidos. Así, y controlando que la temperatura del fuego no sea muy alta, tendremos una tortilla perfecta sin esfuerzo.
6. Flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema agria
Las pizzas y tartas saladas caseras son una verdadera delicia que merece la pena aprender a preparar, pero reconozco que son recetas algo más elaboradas y no siempre fáciles para todo el mundo. Las masas refrigeradas son una buena alternativa a tener que recurrir a servicios a domicilio, pero podemos probar también con opciones de panes planos mucho más sencillos.
Se conoce como flatbread a ese tipo de masas que son planitas pero no implican necesariamente amasados y levados más complejos. Lo bueno de este [pan plano crujiente de patata, Gruère y crema agria](Flatbread o pan plano crujiente de patata, Gruyère y crema agria) es que solo necesitamos mezclar bien, aplanar con un rodillo, y repartir encima directamente los ingredientes. Si además tenemos una mandolina no tardaremos nada en cortar la patata. El resultado final, aunque no comparable con una buena pizza, merece mucho la pena.
7. Ensalada de lentejas con vinagreta de mostaza
Un gran problema de los que no saben cocinar o no tienen mucho tiempo es que suelen descuidar el consumo de legumbres. Por suerte hay conservas más que decentes con platos tradicionales que no hay más que abrir y calentar, pero ya que viene el buen tiempo nosotros apostamos por las ensaladas.
Sí, se pueden usar lentejas compradas ya cocidas, pero elegid una buena marca de confianza y lavadlas y escurridlas bien. Claro que se puede hacer esta ensalada de lentejas con vinagreta de mostaza cociendo la legumbre en casa, variedades como la de Puy o la Beluga apenas necesitan tiempo de cocción, animáos a probadlas.
8. Ensalada templada de patatas y tomates secos
Las patatas son un buen comodín para multitud de platos y para todas las ocasiones, no en vano fueron la base de la alimentación de tanta gente con pocos recursos durante siglos. Pero además podemos preparar platos muy fáciles y riquísimos con ellas, como esta ensalada templada de patatas y tomates secos, realmente sabrosa.
La única cocción que se requiere es la de la propia patata, que haremos al vapor ya pelada y cortada. Aunque no es imprescindible, esta receta pide dejarlas unos minutos a remojo con azafrán, veréis que marca la diferencia de sabor final. Esther nos aconseja servirla templada como guarnición, pero fría, si la hemos hecho con antelación, también estará muy buena.
9. Ensalada fusilli con mozzarella y atún
Otra base de lo más práctica para hacer ensaladas completas y nutritivas es la pasta, como en esta receta de ensalada fusilli con mozzarella y atún. De digestión ligera pero saciante y energético, es un plato equilibrado que podemos preparar en grandes cantidades para un almuerzo o cena de emergencia, y además se puede degustar fría o a temperatura ambiente.
La combinación de ingredientes apenas requiere ninguna cocción, tan solo la de la pasta, y el resultado final es de lo más mediterráneo. Aquí la coronamos con un aliño rápido de albahaca, pero si tenemos restos de salsa pesto incluso podemos aprovecharla, aligerándola un poco con agua. Usando un buen atún o bonito en conserva y queso mozzarella de calidad, tendremos un plato humilde pero lleno de sabor. Es perfecta para ir preparando el recetario de verano.
10. Garbanzos con ajo asado
Recuperamos las legumbres con otro clásico de la cocina española, los garbanzos, que no tienen por qué intimidar a nadie. Si nos da pereza cocerlos en casa podemos encontrar conservas listas para usar de muy buena calidad, que conviene escurrir y lavar con cuidado para no romperlos. La receta de garbanzos con ajo asado es muy sencilla y conseguiremos darles mucho sabor sin necesidad de invertir tiempo en guisos o cocciones largas.
La única técnica que vamos a aplicar es la de asar entera una cabeza de ajos para extraer todos sus jugos. Mientras tanto cocinamos en un caldo ligero la legumbre con un poco de cebolleta y especias, para incorporar el ajo al final. Puede servirse muy caliente o templado, y es un buen plato por sí mismo que también se puede combinar con una guarnición vegetal o incluso algo de carne.
11. Papillote de bacalao y hortalizas en microondas
El papillote es una de las mejores técnicas de cocina que podemos aplicar en nuestra alimentación diaria, seamos o no maestros cocinillas. Es rápido, fácil, saludable y versátil, y encima podemos utilizar el microondas si tenemos poco tiempo o se ha estropeado el horno. Creo que el pescado con su guarnición es de los platos que mejor salen siguiendo este método, y el papillote de bacalao y hortalizas que os proponemos así lo demuestra.
Para esta receta Pakus utilizó un magnífico bacalao skrei de temporada, pero se puede emplear también congelado o incluso unos lomos de otro pescado blanco, como merluza. Unas verduras cortadas en juliana y un pequeño aliño completan este sanísimo plato, perfecto para una cena ligera pero sabrosa y nutritiva.
12. Tacos de langostinos picantes
Si hay buenos langostinos cocidos de oferta en la pescadería, es raro el día que no se vienen en la cesta de la compra. Me encantan para improvisar una cena sencilla y también para tomar como aperitivo, o incluso para añadir a ensaladas. En este caso los usamos como base del relleno de unos tacos de langostinos picantes con salsa de aguacate, una receta ideal para aprovechar restos de comida que tengamos en la nevera.
Unas cuantas tortillas de trigo, un aguacate maduro o sobras de guacamole, un poco de tahini que tengamos abierto, algo de mezclum y apenas necesitamos nada más para preparar unos tacos estupendos y ligeros. Para ganar en sabor es recomendable marinar un poco los langostinos con especias picantes y algo de zumo de lima o limón, marcará mucho el resultado final.
13. Ternera asada a la mostaza
Los grandes asados de carne imponen un poco al cocinero más novato, pero en realidad no son tan fieros como los pintan. Muchas recetas, como esta de ternera asada a la mostaza, no requieren apenas esfuerzo ni grandes dotes culinarias, y el resultado merece muchísimo la pena. Con una buena pieza de carne habrá sobras para aprovechar en todo tipo de platos.
Para preparar la ternera asada podemos perdir al carnicero que nos bride la carne y así tan solo necesitaremos pintarla con la mezcla de mostaza antes de introducirla en el horno. El electrodoméstico hará casi todo el trabajo, dejándonos la única responsabilidad de controlar el punto deseado de la carne y de cortarla en lonchas finas una vez reposada.
14. Brochetas de solomillo de cerdo estilo tandoori
En casa nos gustan mucho las brochetas y pinchitos, ya sean de carne o de pescado, incluso en su versión vegetariana con tofu y verduras. Son perfectas para aprovechar la temporada de barbacoas, pero también se pueden cocinar dentro de casa utilizando una buena plancha o parrilla, incluso utilizando el horno con la función grill para dar un buen toque dorado.
Una buena receta para tener como comodín son las brochetas de solomillo de cerdo estilo tandoori, que suena a plato de restaurante y en realidad es de lo más fácil y rápida. Los pasos a seguir no tienen pérdida: cortar la carne, mezclar los ingredientes de la salsa, dejar macerar y hornear. Se puede usar la misma receta para carne de pollo o pavo, incluso yo lo probaría con algún pescado firme.
15. Bocaditos de hojaldre y dulce de boniato al agua de azahar
El día que tengáis invitados en casa a la hora del café, aprovechad para sorprender ofreciendo una bandeja de estos bocaditos de hojaldre y dulce de boniato al azahar. Son bocados golosos muy originales que os harán quedar como grandes reposteros, cuando en realidad son facilísimos de hacer. Y es que las masas de hojaldre refrigeradas son grandes aliadas en la cocina sin complicaciones.
La tarea más elaborada es la de cocer o asar previamente los boniatos para sacar su carne, pero no es en absoluto difícil. Después se mezcla con azúcar, limón, ron y azahar, se cubre una mitad de hojaldre con la crema y se tapa con la otra parte de masa. Es mejor marcar un poco con el cuchillo las porciones para que al salir del horno sea mucho más fácil cortarlas. También podríamos usar manzana asada o calabaza cocida, si no tenemos boniato. ¿Y qué tal crema de chocolate?
16. Mug cake de brownie con pepitas de chocolate
Tal y como dice mi compañero minue autor de estos mug cakes de brownie con pepitas de chocolate, ¡qué perdición! Estos pasteles individuales cocinados en el microondas son demasiado fáciles, toda una tentación en la que caer y repetir si somos especialmente golosos. Que nadie diga que no se le da bien la repostería: los mug cakes los puede hacer cualquiera.
Su elaboración es bastante simple: medir los ingredientes, mezclar, llenar las tazas y calentar en el microondas. Se puede dejar el punto final que más se prefiera, por ejemplo con el interior ligeramente húmedo. Es una delicia cuando todavía está algo caliente, pero también se pueden disfrutar reposados y fríos, con nata montada o helado.
17. Vasitos de crema de queso y fresa
Tengo la sensación de que los vasitos están cada vez más de moda, y es que tienen una presentación muy elegante y son facilísimos de preparar. Si tenemos invitados en casa son una opción perfecta para el postre, se pueden hacer con antelación y no hace falta complicarse mucho con masas o con el horno. Nada mejor que aprovechar la fruta de temporada, como son las fresas.
Estos vasitos de crema de queso y fresa se pueden preparar usando mermelada casera o comprada, o, si nos animamos, preparando una compota en el momento. Con ella se cubre el fondo de los vasos, y encima se vierte la mezcla de queso con azúcar. Por último decoramos con sirope de fresa o con lo que más nos apetezca, por ejemplo con galletas picadas o un poco de menta.
Espero que con esta selección de 17 recetas de cocina para los que nunca cocinan os animéis a poneros el delantal en casa más a menudo. Hay muchos motivos para no cocinar, pero con un poco de ganas podemos preparar multitud de platos sabrosos sin necesidad de complicarnos o de invertir mucho tiempo en la cocina.
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