La humilde patata es un producto básico de nuestra cocina y ha sido esencial en la alimentación de la población occidental a lo largo de la historia, pero en los últimos años ha tenido cierta mala fama. Por suerte, se está reivindicando su consumo saludable y su versatilidad en la cocina, pues nos permiten preparar muchísimos platos deliciosos. A mí me encantan asadas, y para demostrar esa variedad de posibilidades aquí tenemos 23 maneras diferentes de preparar patatas al horno.
Seguro que todos tenemos una receta favorita, probablemente de herencia familiar, con la que cocinar las patatas asadas en el horno. Pueden acompañar carnes y pescados asados, podemos servirlas como guarnición o pueden ser parte de un gran plato principal. En cualquier caso, merece la pena variar y probar diferentes recetas para sacar el máximo partido de este fantástico producto, y descubrir nuevos sabores con los que disfrutar de sus propiedades.
Irresistibles gratinados
Los platos gratinados tienen algo de especial que los hace muy reconfortantes. Sólo necesitamos un poco de queso como base, pero con la patata como protagonista podemos preparar muchas recetas diferentes con esa deliciosa cobertura dorada, crujiente o melosa. Por ejemplo el gratén de patatas con cebolla caramelizada y queso, o la variante más ligera de gratinado de patatas con salsa de tomate, ambas irresistibles.
Las patatas a la lionesa son sencillas pero suculentas, pues deben freírse primero con cebolla, mientras que el gratinado con setas y bacon es un plato más contundente y nutritivo. Otro clásico de este tipo de platos es la receta tradicional francesa llamada gratin dauphinois, una absoluta delicia que nadie se puede perder.
Con salsas diferentes
Una forma muy sencilla de enriquecer las patatas asadas es añadir a la preparación una salsa a nuestro gusto, que puede ser desde la más sencilla hasta la más contundente que nos apetezca. Por ejemplo, la receta de patatas adobadas al horno es muy simple pero su resultado es de lo más sabroso, con un buen aceite de oliva, ajo, perejil y limón.
Las patatas asadas al pimentón con alioli también son una delicia, con ingredientes muy típicos de la cocina española que combinan de maravilla con el tubérculo. Y si sois unos fanáticos de la pasta, animáos a incorporar salsas clásicas, como en las patatas a la carbonara o a la boloñesa.
Guarniciones sencillas pero llenas de sabor
Si lo que buscamos es preparar unas patatas asadas sin más complicaciones para servir como guarnición, tenemos también múltiples opciones. Con la receta básica de patatas asadas en el horno es imposible fallar, o podemos optar por hacer una falsa fritura para ahorrar trabajo y calorías. Si preferimos una receta con un toque extra de sabor, las patatas asadas al curry son una alternativa muy sencilla que combinan muy bien tanto con carnes como con pescados.
Otro aspecto positivo de la patata es que por sus propiedades nos ofrece mucho juego a la hora de presentarla. Un buen ejemplo son las recetas de patatas machacadas y las patatas dominó, cada una con un aspecto final muy diferente que nos permite jugar con el emplatado y con la textura final. Es imposible aburrirse en la mesa con variaciones de recetas como estas.
Patatas bien acompañadas
Además de cocinarlas aparte para servirlas como guarnición, existe la opción de preparar directamente las patatas con otros ingredientes a los que va a acompañar en la mesa. Una de mis recetas favoritas es la de dorada al horno con patatas, muy parecida a como la preparaba mi madre cuando era niña, y también queda espectacular con lubina. Si somos más de merluza la podemos cocinar con unas riquísimas patatas panadera, un plato fácil de lujo.
A los más carnívoros seguro que se les hará la boca agua sólo con pensar en recetas como la picanha al horno con patatas y pimientos, un corte típico brasileño que aquí podemos comprar como tapilla de ternera. Si sois más de pollo probadlo asado macerado en leche con patatas, se consigue un sabor diferente y una textura muy suave. Además tenemos una original lasaña de patata, con capas de queso y jamón.
Un toque especial
Finalmente encontramos otras recetas que destacan por tener un toque especial que añaden un extra de sabor y originalidad. Los pasteles salados vegetales también pueden llevar tubérculos, como la versión de patatas azules, muy vistosa gracias al color de esta variedad. La clave está en cortar rodajitas finas y no sobrecargar demasiado el resto del pastel para no hacerlo muy pesado.
Tampoco nos podíamos olvidar de las patatas rellenas, una preparación muy sencilla que podemos variar con los ingredientes que más nos apetezcan, y que pueden funcionar como plato principal o como aperitivo, según su tamaño. La patata asada rellena de huevo y bacon es ideal para una cena sin complicaciones, al igual que las rellenas de jamón y queso. Y si tenemos peques en casa, seguro que les encantará ayudarnos a preparar las divertidas patatas rellenas monstruosas.
Queda claro que la patata es humilde pero tremendamente versátil y un ingrediente fundamental en la despensa. Las patatas asadas en el horno son un plato básico de cualquier cocina, pero no por ello tiene que ser aburrido o repetitivo. Estas 23 maneras de preparar patatas al horno demuestran que hay recetas para todos los gustos y todas las ocasiones, ¿cuál es tu favorita?
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