Hay bocadillos que están destinados a triunfar y este de pan de cristal con chistorra, pimiento verde y queso es uno de ellos. Crujiente por fuera, tierno y jugoso por dentro, es una explosión de sabor en cada bocado. Lo ideal es servirlo inmediatamente, en caliente, para mayor disfrute.
Como podréis imaginar admite muchas variaciones. El pan se puede sustituir por otro, aunque yo no lo recomendaría. El pan de cristal es perfecto para este tipo de elaboración. Si tenéis chorizo fresco en casa, os podéis ahorrar el paseo al supermercado. Eso sí, cortadlo relativamente fino para que el bocata no quede demasiado grueso.
Continuando con los reemplazos, usar sidra en vez de vino blanco es un acierto, pero que sea natural. Y sobre el queso, cualquiera con cierta fuerza y sabor. Un manchego curado o añejo, un Idiazábal o similar. Ayudará a imprimir carácter al resultado final y vuestras papilas gustativas lo agradecerán.
Calentamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en otra sartén y pochamos los pimientos a fuego lento, con un poco de sal, hasta que estén tiernos. Los podemos hacer con aceite y agua, truco de mi compañero Pakus, o usar pimientos pequeños y hacerlos en el microondas, como hace Liliana. Al gusto.
Mientras tanto cortamos la chistorra del ancho de los panecillos, la pinchamos por toda la superficie y la marcamos en una sartén a fuego suave. Incorporamos el vino blanco y cocemos hasta que se evapore el alcohol.
Calentamos un poco de aceite en una sartén y freímos los huevos. Abrimos los panes y los tostamos. Montamos los bocadillos con el queso, el pimiento, la chistorra y el huevo. Servimos inmediatamente.
Taurus Crispy & Co - Grill, 1000W, Apertura 180º, Placa antiadherente libre de PFOA, 14.5 x 23 cm, Almacenaje vertical, Base antideslizante, negro
Con qué acompañar el bocadillo de pan de cristal con chistorra, pimiento verde y queso
Este es un bocadillo contundente y saciante, a pesar de los pocos ingredientes que lo componen. Por ello recomiendo acompañarlo simplemente con una ensalada, aunque podemos redondear el menú con patatas fritas caseras -que podemos hacer más ligeras al horno-. Es un almuerzo perfecto para recargar las pilas.
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