El fantástico sabor de la salsa teriyaki japonesa va de fábula con casi cualquier cosa, aunque hay que reconocer que hace una pareja de excepción con la humilde carne de pollo. Y nos pone en bandeja una idea de cena de fin de semana estupenda para mancharnos un poco las manos y chuperretearnos los dedos, que para algo hay confianza en casa.
Ya sabemos que en realidad el nombre del condimento proviene de una técnica de cocción típica japonesa, pasando el alimento primero por un marinado o barniz de salsa brillante para después cocinar a la plancha o parrilla.
Esta vez la proteína escogida que brillará con luz propia gracias a la salsa son las alitas, económicas y tan fáciles de cocinar de mil maneras, siempre agradecidas. La receta de alitas de pollo teriyaki es además muy versátil, pues pueden hacerse al horno, a la plancha o, mejor aún, sobre parrilla o brasas de una barbacoa, quien tenga la suerte de disponer de una estos días. Y quedarían muy bien igualmente en la freidora de aire, más rápidas y con menos grasa.
Ya sea con la salsa casera o una de buena calidad comercial, la elaboración es muy simple, con pocos ingredientes y facilísima. Según los que seamos en casa y el hambre que haya, podemos multiplicar cantidades o sumar al menú algún picoteo más, por ejemplo unos edamames aliñados para redondear el aire japonés, y unas almendras al microondas, crujientes y más ligeras que fritas.
Umami Salsa Teriyaki 250ml
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