Tener calabacín en casa no significa renunciar al sabor. Menos aún si tenemos un poco de queso, que va a ser el otro elemento fundamental en esta receta de origen griego que podemos hacer en cualquier momento del año.
Es cierto que los calabacines son una hortaliza tradicionalmente de verano, pero con los invernaderos ya se pueden encontrar durante todo el año, así que esta receta es perfecta para darles salida en cualquier momento.
No es que tengamos nada en contra de la crema de calabacín, de los calabacines rellenos o del calabacín salteado, pero es evidente que a veces nos podemos dar un capricho algo más lujurioso con esta receta que podría firmar cualquier vegetariano.
Se trata, ni más ni menos, que de hacer los clásicos kolokithokeftedes o buñuelos de calabacín y queso feta (más fácil de pronunciar, lo sabemos), que nos permiten apañar un aperitivo fácil, pero también un segundo plato irresistible.
No necesitamos demasiados ingredientes aparte del calabacín. Una cebolla pelada, un queso feta u otro queso de cabra y un huevo, que nos permita hacer esta especie de tortitas será suficiente.
Luego hemos de hacer el clásico rebozado de harina, huevo y pan rallado, donde también podemos añadir algunas hierbas aromáticas para dar más gracia a nuestra cena rápida.
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Por último, sólo habrá que freírlas y escurrirlas un poco para que queden bien ligeras, crujientes, sabrosas y nos demos un capricho a costa del calabacín sin remordimientos. Si queréis, podéis rematar la preparación con una salsa tzatziki o con una vinagreta ligera.
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