Aún no he probado una variante de hummus que no me haya gustado, si bien es cierto que la receta original de hummus tradicional, cuando está realmente bien hecho, es imbatible. Pero hay días en los que apetece algo más ligero y diferente, sobre todo en noches veraniegas, cuando el picoteo llama a la puerta y no hay muchas ganas de complicarse.
Por eso este hummus de espárragos blancos es de mis favoritos desde que lo probé en casa la primera vez, y que he repetido en multitud de ocasiones. No hay más que triturar unos garbanzos cocidos con unos cuantos espárragos en conserva, sin tener que invertir en producto de primera calidad -los cojonudos y nacionales los dejamos para degustar al natural, por supuesto-, y añadiendo otros aderezos al gusto.
El espárrago hace que el hummus adquiera una textura muy suave y ligera, refrescante, perfecta para mojar y untar todo tipo de crudités de verduras, algunas regañás crujientes, palitos de pan, nachos caseros o lo que más nos apetezca. Con pan naan casero o chapati está buenísimo, aunque a mí me encanta mojar zanahorias muy crujientes y frías.
Imprescindible coronar con un buen chorro de zumo de limón, aceite de oliva virgen extra y alguna hierba que nos guste. Aquí somos fans del cilantro, pero no vamos a obligar a nadie a comerlo.
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En DAP | Hummus de lentejas
