Croquetas de mijo y zanahoria: una versión alternativa y al horno para variar el menú de la semana

Croquetas de mijo y zanahoria: una versión alternativa y al horno para variar el menú de la semana
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Además de una receta, tengo una propuesta: ¡debería existir un monumento dedicado al inventor de la croqueta)! Es un bocado tan especial que hasta tiene su día, el 16 de enero.

Con estas croquetas de mijo y zanahoria, podemos inaugurar las creaciones alternativas que también admiten muchas variedades: con espinaca y queso, con calabaza y hongos, con coliflor y curry. La versatilidad es uno de los puntos a favor de las croquetas. Ahora bien, a pesar de llamarse croquetas, poco tienen que ver con las tradicionales. Su sabor, textura y forma de cocción es diferente. No van fritas sino al horno, para un resultado más untuoso.

El mijo será la base, y el ingrediente central que dará cuerpo a estas croquetas veganas. Mientras que la zanahoria y la cebolla aportarán la jugosidad justa y humedad para unir todos los ingredientes. También son de mis preferidas porque se pueden guardar en el congelador y al ser pequeñas, se descongelan muy rápido.

Ingredientes

Para 35 unidades
  • Mijo 250 g
  • Zanahoria medianas 2
  • Cebolla blanca 1
  • Levadura nutricional 30 g
  • Lino molido 20 g
  • Jengibre molido 15 g
  • Comino molido 10 g
  • Sal y pimienta al gusto
  • Laurel 1
  • Ralladura de limón 1
  • Orégano seco 15 g
  • Aceite de oliva 10 ml

Cómo hacer croquetas de mijo y zanahoria

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 50 m
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 20 m
  • Reposo 30 m

Tomar el mijo y limpiar bajo el grifo de agua fría. Añadir el mijo a una cacerola limpia, sin aceite, y tostar a fuego bajo hasta que se vaya la humedad y empiece a desprender aroma, unos 3 a 4 minutos. Agregar la hoja de laurel y el agua (o caldo vegetal) con una proporción de 1 de cereal por 3 de liquido. Cocinar durante 15 a 20 minutos removiendo de vez en cuando, hasta que el agua se haya consumido. Reservar.

Mientras tanto, rallar la cebolla y las zanahorias. En una sartén, dorar ambos ingredientes con unas gotas de oliva hasta caramelizar levemente. Condimentar con sal y pimienta. Reservar.

En un cuenco amplio, volcar el mijo, las zanahorias y cebollas cocidas, el comino, el orégano, el jengibre, la levadura nutricional, la ralladura de limón y el lino molido. Mezclar con una cuchara para unir los ingredientes y llevar a la nevera por 20 minutos para reposar. Si la mezcla resulta muy húmeda, una cucharada de harina (blanca, integral, garbanzos, arroz, etc) ayuda a absorber la humedad.

Con las manos levemente húmedas, tomar una porción de la masa y dar la forma deseada (tanto redonda o más bien alargada) y pintar con cuidado cada croqueta con el aceite de oliva. Acomodar en la bandeja de horno sobre papel vegetal o antiadherente. De acuerdo al tamaño elegido, será la cantidad final de croquetas.

Hornear a 220 ºC durante 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad del tiempo de cocción.

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Con qué acompañar las croquetas de mijo y zanahoria

Estas croquetas de mijo y zanahoria van bien para comer con algún condimento para untar como sriracha, mostaza o mayonesa de aguacate, pasando por un pesto o salsa ligera con yogur. Junto a unos boniatos asados o patatas asadas, y hojas verdes por ejemplo, lo hacen un plato perfecto para el almuerzo o la cena.

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