Una variación al hummus tradicional con un plus de color, sabor y textura gracias a los guisantes. Tanto para acompañar ensaladas o preparar un sandwich, como para dipear con unos crackers de espelta, este hummus verde de suma al repertorio con éxito. Y es tal su versatilidad, que puede tener el mismo efecto salsa para una pasta diferente y bien nutritiva.
Este en particular, me gusta por su frescura. En algunas ocasiones, le añado un puñado de rúcula o espinaca fresca a la mezcla, para un extra de nutrientes. De ser así, lo ideal es consumir el hummus al momento porque al pasar unas horas, las hojas verdes se oxidan y cambian el sabor de la preparación.
Lavar bien los garbanzos y los guisantes para limpiar el líquido propio de la conserva. De utilizar frescos, omitir este paso.
Escurrir e introducir en el vaso de un robot de cocina. Mezclar los garbanzos con los guisantes verdes, el tahini, el limón, el comino, la sal, la pimienta y el aceite.
Triturar la mezcla hasta lograr un puré cremoso e integrado, o hasta alcanzar la consistencia deseada. De manera opcional, incorporar unas hojas de menta y procesar por unos segundos más para unificar y lograr el efecto de frescura. Servir con unos granos de guisantes enteros.
Conservar el hummus en un recipiente hermético en la nevera y consumir en los próximos 3 a 5 días.
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Con qué acompañar el hummus de guisantes
El hummus se sirve habitualmente en un plato o un cuenco, acompañado por porciones de pan de pita, nachos o totopos y esta versión crujiente con maíz y semillas para untar. Mismo como aperitivo, acompañado de unos bastones de zanahoria, apio y pepino merece la pena hacerlo en casa, celebrando con amigos y familiares el encuentro.
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