La verdad es que el queso rebozado y horneado, ya sea en palitos o fingers o en medallones es una excelente opción para cuando nos apetece tomar un pincho caliente en casa. En esta ocasión hemos preparado unos medallones de queso camembert horneados, acompañados de una mermelada de grosellas que han resultado un delicioso aperitivo.
El queso fundiéndose ligeramente, -pero sin abrasarnos la lengua-, y el toque ácido de una mermelada casera de grosellas y jengibre muy fría contrastan estupendamente, y resultan un bocado delicioso para tomar como tentempié acompañando un vino afrutado, una cerveza o incluso un vino tinto con carácter.
Lo primero que tenemos que hacer es cortar los medallones de queso. Para ello, me gusta guardar el queso durante media hora en el congelador, para que esté un poco menos cremoso. Entonces corto con un aro de emplatar un cilindro que después corto por la mitad en dos medallones. El resto del queso, es decir la parte que queda por fuera del aro, no la tiramos sino que la utilizamos para untar en tostas, o para añadir en cremas de verduras a las que aportará sabor y textura cremosa.
La siguiente operación es machacar los copos de cereales elegidos con un mortero para conseguir un polvo con el que empanar los medallones. En casa preferimos mezclar esos copos machacados con pan rallado pero si queréis podéis hacer el empanado solo con copos o como más os guste.
Pasamos los medallones por huevo, después por copos de cereales y seguidamente hacemos una segunda pasada de huevo y pan rallado para que el rebozado aguante bien el queso fundido en su interior. Para asegurarnos de que mantendrán su forma, los horneamos dentro de cápsulas para magdalenas o muffins.
Además, para que no se deshagan al meterlos al horno, lo que hacemos es volver a meter los medallones en el congelador durante 30 minutos antes de hornearlos, y en ese tiempo aprovechamos para precalentar el horno a 190ºC. Luego bastará con 7 minutos de horneado por cada cara para sacarlos bien crujientes y servirlos con la mermelada.
Con qué acompañar los medallones de queso Camembert horneados con mermelada de grosellas
Los medallones de queso Camembert horneados con mermelada de grosellas son perfectos para darnos una alegría a la hora del aperitivo. Podéis acompañarlos con un poco de pan. Teniendo la precaución de no pasarnos de horneado para que no se derrita el queso en exceso y dejándolos reposar dos o tres minutos para no quemarnos, el éxito está asegurado. ¿No os están apeteciendo?
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