Sigo con las recetas de mejillones. Me gustan tanto que los cocino de muchas maneras. Tras los mejillones a la crema y apio los mejillones con mantequilla y toque hindú, hoy os presento otra receta fácil y rápida, que resulta excelente para la hora del aperitivo, cuando no tenemos casi nada en la nevera, los mejillones a la provenzal.
El toque crujiente del pan rallado gratinado sobre los mejillones, da el contraste perfecto a su carnosa textura jugosa y llena de sabor, que podréis disfrutar con una bebida fresquita a la hora del aperitivo cualquier fin de semana cuando os venga a visitar algún amigo o familiar de improviso.
Lo primero que vamos a preparar es un mejunje con 100 ml de aceite de oliva, 2 dientes de ajo y la mitad del manojo de perejil. Trituramos todo con la batidora y obtenemos un aceite de ajo y perejil con el que después aliñaremos los mejillones. Lo guardamos en un biberón que aguantará una semana en la nevera para darle más usos.
Abrimos los mejillones cociéndolos al vapor durante unos minutos y retiramos una de las dos conchas poniendo las que tienen al molusco en una fuente resistente al horno. Mientras preparamos la provenzal, la clásica mezcla de un diente de ajo y perejil muy picados con pan rallado que usaremos para gratinar nuestro aperitivo.
En cada mejillón, añadimos un chorrito del mejunje de ajo, aceite y perejil que teníamos en el biberón, para que los mejillones queden sabrosos y jugosos tras su paso por el horno. Después, con una cucharilla, repartimos la provenzal de forma que cubra parcialmente los mejillones. No hay que excederse con la cantidad.
Horneamos en función gratinar durante unos 5 minutos, vigilando para que la provenzal no se queme. Servimos inmediatamente en la propia fuente, poniendo un plato auxiliar junto a los mejillones a la provenzal para que los comensales dejen las cáscaras de los mejillones que se vayan comiendo.
Con qué acompañar los mejillones a la provenzal
Los mejillones a la provenzal son una excelente receta de aperitivo porque se preparan en poco tiempo y resultan espectaculares para todos los que los prueban. Además, el mejunje de aceite y ajo resulta muy útil para tener en la nevera siempre una reserva de ajo y perejil con la que adelantar una salsa verde, aliñar unos champiñones y tiene otras mil posibilidades. Servid estos mejillones acompañados de un vino blanco muy frío.
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