Las bravas son un clásico de aperitivos y tapeos, pero a veces me gusta preparar de picoteo otras versiones con patatas algo diferentes. Inspirándome en esta receta de guarnición para curry, adapté un poco las especias que tenía en casa para esta receta de patatas bombay, un auténtico festival de aromas y sabores.
La preparación en sí es muy sencilla, sólo hay que cocinar primero las patatas para añadirlas después a la salsa, que básicamente es una mezcla de muchas especias con otros ingredientes que terminan de dar consistencia. Al igual que ocurre con la receta casera de bravas, el nivel de picante puede variarse al gusto personal.
Precalentar el horno a 200ºC y preparar una fuente adecuada. Lavar las patatas y cortar en piezas de unos dos centímetros. Colocar en la fuente, salpimentar y añadir un chorrito de aceite de oliva. Mezclar bien y hornear durante unos 20 minutos. No hace falta que estén totalmente asadas.
Mientras tanto, picar bien la cebolleta y los dientes de ajo. Calentar un poco de aceite en una sartén y cocinar durante un par de minutos. Añadir los ajos y la guindilla, cocinar un minuto y agregar todas las especias. Remover bien y dejar que suelten su aroma.
Echar el limón, el vinagre, el concentrado de tomate y el tomate triturado. Incorporar las patatas ya asadas, remover bien para que se impregnen con toda la salsa y salpimentar. Bajar el fuego, tapar y dejar cocinar unos 5-10 minutos.
Con qué acompañar las patatas bombay
Como comentaba al principio, las patatas bombay son un excelente aperitivo o picoteo para compartir, con unas tostas para aprovechar mejor la salsa o simplemente para ir picando. Por supuesto, también podría servirse como guarnición de un plato principal.
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