Preparad inmediatamente esta receta que con ella vais a triunfar de todas todas. Estas aceitunas a la villaroy son una delicia y os permitirán sorprender a familiares e invitados en el próximo aperitivo que organicéis.
Recordad que para esta preparación es imprescindible usar aceitunas sin hueso para evitar accidentes, pero hecha esa salvedad, podéis utilizar aceitunas negras, verdes, rellenas de anchoa, de pimiento o cualquier variedad que sea de vuestro agrado. En un ratito, tendréis listo un aperitivo inolvidable.
Preparamos una salsa bechamel clásica, mezclando la misma cantidad de mantequilla que de harina y batiéndolo con las varillas hasta obtener un roux. Vamos incorporando la leche despacio sin dejar de mover hasta obtener una textura espesa, de modo similar a cuando preparamos croquetas.
Ensartamos las aceitunas en palillos para facilitar su manipulación y las vamos metiendo en la bechamel antes de que se enfríe, dejando que las envuelva. Una vez cubiertas por bechamel las dejamos enfriar para que la cobertura se endurezca un poco.
Retiramos los palillos de las aceitunas una vez están frías y las pasamos por huevo batido y por pan rallado, aprovechando para terminar de darles forma esférica. Ponemos aceite a calentar y las freímos hasta que estén bien doradas. Volvemos a poner los palillos y las servimos mientras estén aún calientes.
Con qué acompañar las aceitunas a la Villaroy
Como en otras recetas de aperitivos, os recomiendo disfrutar esta receta de aceitunas a la villaroy acompañada de una cervecita bien fría o de una copa de vino blanco. Como tienen bechamel y van fritas, con dos o tres aceitunas por persona es suficiente aunque al probarlas, todos querrán comer alguna más.
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