Las arancini sicilianas son una receta tradicional italiana muy apreciada dentro y fuera de la isla. Recuerdan a nuestras croquetas, pero las arancini son bolas de arroz empanadas y fritas. Van rellenas de queso, principalmente mozzarella, y se puede alegrar con un poco de jamón (como hemos hecho nosotros), ragú, setas y mucho más.
Son una excusa perfecta para hacer risotto en cantidad y asegurar que hay sobras con que poder prepararlas. Una vez listo el risotto, el truco para formar las bolitas de la manera más fácil y rápida posible es humedecerse las manos. Con este gesto el arroz se compacta sin pegarse a los dedos. Después solo queda empanar, freír y disfrutar.
Comenzamos preparando el risotto (en caso de no tener sobras para la ocasión). Calentamos la mitad de mantequilla en una cacerola y, cuando esté fundida y bien caliente, añadimos el arroz. Removemos un par de minutos para sofreír antes de añadir el vino blanco. Cocemos a fuego fuerte hasta que se evapore el alcohol.
Añadimos el azafrán y el caldo (que habrá de estar caliente) al arroz. Esto último lo hacemos poco a poco y al tiempo que removemos mientras se cuece a fuego medio. Con ello conseguimos que se suelte el almidón y el risotto quede cremoso.
Después de 18-20 minutos el arroz estará en su punto. Retiramos del fuego, añadimos el resto de la mantequilla, el parmesano rallado y salpimentamos al gusto. Dejamos enfriar antes de continuar con la receta. Se puede preparar el risotto el día anterior y dejar que coja cuerpo durante la noche en la nevera.
Usando las manos humedecidas en agua tomamos porciones de risotto y boleamos. Introducimos unos trocitos de jamón y queso en el centro y cerramos bien, procurando que no se salga el relleno.
Pasamos cada bola de arroz por harina, huevo batido y pan rallado. Freímos en abundante aceite caliente (180 ºC), que queden bien cubiertas, hasta que estén doradas. Escurrimos el exceso de aceite y servimos inmediatamente.
Con qué acompañar las arancini sicilianas
Podemos hacer las arancini sicilianas por adelantado, dejar que se seque el empanado en contacto con el aire y freír en el momento de servir. Es cuando más ricas están y cuando el relleno se funde por efecto del calor.
Las arancini se pueden servir como primer plato, pero si las quieres servir como aperitivo, prueba a hacerlas pequeñas y de tamaño bocado. Después, nada como alguna especialidad italiana ligera de carne o pescado, como el vitello tonnato, y, de postre, algún dulce como los cannoli, un tiramisú o una buena panna cotta.
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