Pocas veces en mi casa compro carne de cerdo, de vez en cuando algún solomillo, pero no es muy habitual. Pero cuando probé esta receta de chuletas de cerdo crujientes con albaricoques, supe que iba a ser un plato para repetir, también en el futuro con otras frutas de verano. Me gustan casi todas las combinaciones de carne con fruta, así que esta receta cumplía bastantes requisitos para que me encantase.
Y es que la mermelada le da un toque dulce increíble y lo que es mejor, se hacen rápidamente en el horno mientras que se prepara una guarnición, ya sea de patatas o ensalada. Por lo cual es un plato para contar con él en un día de prisas o para una cena improvisada.
Comenzamos precalentando el horno con calor arriba y abajo a 220ºC. Engrasamos una bandeja de horno con dos de las cucharadas de aceite de oliva y colocamos las chuletas salpimentadas. Añadimos una cucharadita a cada una de mermelada de albaricoque y con un pincel de cocina la extendemos bien por la superficie de las chuletas.
En un robot de cocina trituramos dos rebanadas de pan de molde integral con la cucharada de aceite hasta que se hagan migas gruesas. Las colocamos por encima de las chuletas y las horneamos durante 15-16 minutos.
Con qué acompañar las chuletas crujientes
Las chuletas de cerdo crujientes con albaricoque deben servirse recién hechas para que la carne no se quede dura al ir enfriando. Son estupendas como plato único para la cena acompañadas de una ración de nuestra verdura favorita, por ejemplo unas zanahorias. Además, aunque la carne de cerdo ya lleva su grasa “incorporada”, al ir preparadas sin freír ya nos ahorramos unas cuantas calorías.
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