Disponer de una buena despensa de hierbas y especias nos permite jugar con nuestros menús a partir de recetas muy básicas. La carne del cordero admite muchas variaciones en este campo, por ejemplo con una receta de chuletillas de cordero a la salvia con tomates salteados.
Por desgracia últimamente me cuesta encontrar salvia fresca, que es una delicia, pero la versión seca también aporta un aroma estupendo a todo tipo de carnes y verduras, tanto a la hora de marinar como a la de servir. Ahora que tenemos buenos tomates, me gusta saltearlos para potenciar su sabor.
Secar ligeramente las chuletas de cordero con papel de cocina y retirar parte del exceso de grasa. Disponer en un plato y salpimentar. Pintar ambos lados con aceite de oliva virgen extra y añadir la salvia, masajeando la carne para que se impregne bien.
Tapamos con film y dejamos reposar como mínimo 30 minutos, mejor en la nevera ahora que hace más calor. Cuando vayamos a cocinarlas, espolvorearlas con un poco de pan rallado, mejor si es casero.
Calentar una plancha o parrilla antiadherente con un poco de aceite de oliva. Saltear los tomates enteros, añadiendo un poco de sal gruesa cuando estén blandos. Retirarlos y echar las chuletillas a la misma plancha. Cocinar al punto deseado por ambas caras, reincorporando los tomates al final. Servir con un poco más de salvia.
Con qué acompañar las chuletillas de cordero
La guarnición más típica con la que podríamos acompañar estas chuletillas de cordero a la salvia con tomates salteados son unas patatas asadas o fritas, aunque para aligerar el menú podemos servir primero una ensalada o sopa fría y degustar la carne simplemente con los tomates, que cogen muchísimo sabor.