La primera vez que preparé un pollo asado en la olla exprés me sorprendió que pueda tener el mismo aspecto que si lo hubiera cocinado en el horno, que la salsa saliera tan rica y concentrada y, sobre todo, que la carne estuviera tan jugosa y tan tierna. ¡Y todo en menos de 30 minutos!
Además de ganar tiempo, otra ventaja que tiene el pollo asado en la olla exprés es que se prepara sin necesidad de encender el horno -por lo que luego no tendrás que limpiarlo-, lo que resulta perfecto para comer bien sin manchar más que la olla rápida, que suele limpiarse muy fácilmente.
Si tienes un pollo entero para cocinar y andas mal de tiempo, con esta receta de pollo asado en la olla exprés, puedes tener lista la comida en la mesa en menos de media hora, con un sabor concentrado y una salsa abundante perfecta para untar pan.
Para hacer esta receta, no necesitas añadir líquido ni grasa, ya que el pollo se asa en sus propios vapores, quedando dorado y jugoso. No obstante, por darle algo más de sabor, puedes añadir como nosotros un chorrito de brandy o de vino, que también enriquecerá la salsa.
Para conseguir un acabado dorado como de pollo asado en el horno, comenzamos dorando el pollo en la misma olla rápida, o si lo preferís, en una cacerola o una sartén, con una cucharada de aceite de oliva. Hay que ser paciente y dorar bien todas las caras del pollo, por arriba, por abajo y los laterales.
Cuando el pollo esté bien dorado, metemos dentro del pollo medio limón cortado en dos cuartos y una ramita de romero. Salpimentamos por dentro y por fuera y lo metemos en de la olla rápida. Los jugos y grasa que haya soltado en la sartén o cacerola donde lo hayamos dorado, los añadimos también, si lo hemos dorado en una cacerola aparte. Antes de cerrar la olla, agregamos un buen chorreón de brandy y la ponemos al fuego, dejando que hierva y se evapore el alcohol.
Cerramos la olla y la ponemos en posición 2, dejando que cueza durante 20 minutos, desde que salga la válvula y empiece a sonar, apagando entonces el fuego y sacando la presión, antes de abrir. Lo impresionante es que el pollo queda perfectamente asado, con buen color y una salsa oscura y potente, sin haber añadido caldo de ningún tipo, ya que proviene del limón, del brandy y de los jugos del pollo.
Sacamos con cuidado el pollo de la olla -queda tan tierno que puede romperse con facilidad- y lo servimos con la guarnición que prefiramos. La salsa la podemos colar y desengrasar, y servir aparte para que el que quiera se añada en su plato.
Con qué acompañar el pollo asado en olla exprés
Para acompañar el pollo asado en la olla exprés, puedes hacer muchas guarniciones, desde ensalada de rúcula y tomates cherry como hemos hecho en casa buscando una acompañamiento ligero, o con opciones más saciantes como patatas fritas en dos cocciones, patatas cocidas en el microondas o bien optar por la guarnición de arroz blanco que siempre va bien.
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