Los que ya me conocéis, sabéis que este tipo de recetas me encantan ya que consisten en preparar una receta tradicional utilizando una elaboración diferente a la habitual. El resultado un plato que ya está en mi recetario de forma merecida por su ternura y su sabor: las chuletas de cordero en dos cocciones con salsa Hoisin. Su aspecto, que recuerda a las costillas de cerdo, y su sabor intenso, os resultarán inolvidables.
Para que además sean más cómodas de comer, he preparado esta receta con la punta del chuletero del cordero, donde las chuletas no tienen hueso (las llamadas chuletas de riñonada que además resultan más tiernas). Para esta receta, pedidle al carnicero que os separe del chuletero esta pieza pero que os la de entera sin separar las chuletillas.
Si queréis, también podéis hacer la receta con las chuletillas de palo y os quedará muy similar. Podéis hacerlo con porciones de dos o tres chuletillas unidas y podréis darle a este plato una presentación elegante y espectacular.
Para que la carne de cordero se pueda cocinar correctamente en su interior, hacemos unos cortes en la parte de la piel sin llegar a cortar la pieza pero sí marcando bien el corte, para después poder cortar fácilmente las piezas cuando se hayan cocinado.
Espolvoreamos con sal la pieza y la asamos en el horno con función vapor a 120ºC durante 1 hora y media. Si no tenéis función vapor, llenar una bandeja de horno con agua caliente y precalentad el horno a 150ºC. Al meter la pieza de cordero, bajamos a 120C y dejamos asar.
Cuando la carne se haya asado a baja temperatura, quedará tierna y guardará todo su sabor. Cortamos la pieza aprovechando las marcas que teníamos hechas y pintamos cada una de ellas con un poco de salsa Hoisin. También podéis hacer esta misma receta utilizando salsa Teriyaki, salsa de ostras o alguna salsa tipo barbacoa. También podéis usar si aún os queda la salsa multiusos para carne que hicimos el otro día.
Ponemos el horno en función gratinar a 220ºC y dejamos que las costillas se doren. A los tres minutos, damos la vuelta a las chuletas de cordero y las barnizamos de nuevo para que se hagan bien por ambas caras. Servimos bien calientes acompañadas de una guarnición de arroz, patatas, o verduras a la plancha.
Con qué acompañar las chuletas de cordero en dos cocciones con salsa Hoisin
Las chuletas de cordero en dos cocciones con salsa Hoisin están tan tiernas que prácticamente se deshacen en las manos. Con un poco de arroz cocido -yo usé una mezcla de arroz integral y rojo de Java espectacular- o unas patatas en gajos, no necesitas más para estar sonriendo toda la tarde.
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