Este carpaccio de tomate es una de esas recetas fáciles y deliciosas que habiéndose probado una vez, pasan a formar parte de nuestro fondo de armario culinario por sus buenos resultados. Sobre todo en verano, que buscamos platos sencillos con los que paliar el calor y las ganas de no complicarnos demasiado.
El tomate es una de nuestras hortalizas preferidas y combina estupendamente con un sinfín de ingredientes. Además, los ejemplares que podemos encontrar en verano son especialmente deliciosos, con un aroma y un sabor más intensos que los que podemos encontrar el resto del año. Esa es la mejor excusa para disfrutar de las verduras y hortalizas durante la época estival.
Empezamos lavando los tomates y los cortamos en rodajas muy finas (yo usé un cortafiambres). Escurrimos las anchoas del aceite y cortamos los filetes en diagonal para obtener pequeños rombos. Escurrimos los pepinillos y los cortamos en rodajas finas.
Picamos muy menuda la cebolla. Repartimos las rodajas de tomate sobre una bandeja, cubriendo toda la superficie. Distribuímos por encima las anchoas, el pepinillo y el vinagre, espolvoreamos con el tomillo y aliñamos con el aceite y la pimienta negra.
Con qué acompañar el carpaccio de tomate
Esta receta de carpaccio de tomate es una forma distinta de degustar una ensalada, con una presentación un poco más cuidada. Sirve tanto como entrante, servida directamente en platos individuales, como de plato para compartir, disponiendo las lonchas de tomate en una fuente de la que cada comensal puede servirse la cantidad deseada. Puede tanto acompañar un plato de carne como de pescado.
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