Aunque tipos de ensaladas hay millones, cierto es también que son muchas las variantes de ensalada que puedes elaborar con pocos ingredientes y, ¡sorpresa! con las patatas como protagonista. En Alemania y Suiza la Kartoffelsalat es todo un clásico que no falta en las mesas, por lo que tomarla como inspiración para los días de invierno no nos viene nada mal: la ensalada de patata al pesto con salchichas es un giro a este clásico que seguramente vas a querer repetir.
Los ingredientes básicos no van más allá de la humilde patata, que se sirve con contrapuntos ácidos como el del vinagre, el de los pepinillos encurtidos o la propia mostaza, que son los que compensan el dulzor tradicional de la patata cocida, sin embargo, ahora le daremos un toque extra de sabor apostando por unas deliciosas salchichas y los tomates cherry.
Para preparar esta ensalada para dos personas, comenzamos por lavar bien dos patatas y colocamos en una olla con agua fría y un poco de sal. Calentamos hasta que hierva y cocemos hasta que estén tiernas, durante unos 25-30 minutos. Es más cómodo y ahorraremos tiempo si las cocemos en una olla a presión. Una vez cocidas, escurrimos y dejamos enfriar.
Pelamos las patatas y cortamos en porciones del tamaño de un bocado, con unos 5 mm de grosor y reservamos. Troceamos las salchichas y poner a calentar un poco de aceite en una sartén amplia. Añadir las salchichas y cocinar hasta que estén bien doradas, dando un golpe de pimienta negra. Retirar y retirar el exceso de grasa.
Añadir a la misma sartén las patatas y cocinar a fuego medio hasta que cojan color por todas partes. Reincorporar las salchichas y remover el conjunto. Apagar el fuego. Retirar a una fuente o ensaladera. Incorporar los tomates troceados cuando se haya enfriado. Diluir la salsa pesto en un poco de agua y añadir a la ensalada, mezclando todo bien.