Estos buñuelos son bien fáciles, dulces y delicados, y una excelente manera de usar el grano amarillo. Y lo mejor es que se pueden preparar con maíz fresco, congelado o enlatado. De utilizar fresco, cortar los granos de la mazorca con un cuchillo pequeño y afilado, mientras que si esta congelado, colocar bajo agua tibia y de ser enlatado, quitar el liquido de la conserva.
A los chicos y a los grandes les encantan, porque están llenos de sabor y mantienen bien su forma. Para picar entre horas o como parte de un almuerzo ligero, recomiendo servirlos solos o con una salsa fresca y picante para resaltar su dulzura. Están hechas con maíz dulce y zanahoria, en una base de harina integral, huevo y leche que le dan esa textura tan rica a los buñuelos. Pero bien, puedes reemplazar la zanahoria por pimiento rojo, espinaca o kale, o cebolla para un extra.
En un cuenco, romper el huevo y batir junto a la leche, la sal y la pimienta con un tenedor o batidor de mano para integrar.
Agregar luego la zanahoria rallada, el maíz y condimentar con el comino molido, la canela y el perejil seco. Con una cuchara, dar vueltas hasta que quede todo bien integrado. Agregar de a cucharadas la harina e integrar hasta que la masa esté suave.
Calentar una sartén antiadherente mediana a fuego medio. Verter alrededor de 2 a 3 cucharadas de aceite de oliva sobre él. Una vez que el aceite esté caliente, agregar una cucharada colmada a la vez de la mezcla de maíz y alisar ligeramente la parte superior para que los buñuelos estén uniformes. Cocinar de 3 a 4 minutos por lado, hasta que estén doradas. Si se tuestan demasiado rápido, reducir el calor para que no se quemen. Escurrir sobre un papel de cocina para absorber el aceite excedente y servir al momento para disfrutar.
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Con qué acompañar los buñuelos de maíz
Para acompañar estos buñuelos de maíz con zanahoria, recomiendo una buena mayonesa, o bien guacamole y salsa de yogur en cualquiera de sus variantes. Son ideales para acompañar una porción de proteína, con arroz o quinoa, en ensaladas o con verduras grilladas, combinan con todo lo que se te pueda ocurrir. Lo ideal es comerlos frescos hechos en el día, pero bien se pueden conservar en la nevera hasta por dos días.
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