Hoy vamos a preparar la receta de revuelto de ajetes con gambas, la deliciosa cena ligera para combatir los excesos con el que os quedaréis bien satisfechos, sin añadir muchas calorías a vuestro menú.
Usando solo una cucharada de aceite de oliva virgen extra para dos personas, resolveréis la cena de manera estupenda, incorporando fibra, proteínas, verdura y sobre todo mucho sabor, gracias a una receta en la que el punto de cuajado del huevo es la clave.
Preparamos los ingredientes que vamos a necesitar ya que esta receta se cocina en un momento. Cortamos los ajos tiernos en trocitos de dos o tres cm de largo, batimos los huevos, pelamos las gambas y retiramos el instestino y ponemos un poco de leche en un bol.
Cocemos los ajos tiernos en un cazo con agua durante diez minutos para que estén muy tiernos cuando los vayamos a saltear. Escurrimos y reservamos. En una sartén con una cucharada de aceite de oliva, salteamos los ajetes. Mientras se hacen, cortamos las colas de gambas en dos o tres trozos.
Añadimos las gambas a la sartén y las salteamos hasta que cambian de color. Agregamos la leche al huevo batido y batimos otra vez. Echamos la mezcla en la sartén y apagamos el fuego. Con el calor residual y sin dejar de remover con una cuchara de madera o silicona, iremos terminando el plato.
Con los movimientos y el calor del fondo de la sartén y de los demás ingredientes, se irá cuajando el huevo, dejando de mover cuando veamos que quedó muy esponjoso y jugoso. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar el revuelto de ajetes y gambas
Para acompañar este revuelto de ajetes y gambas os recomiendo que sirvais pan de calidad para rebañar bien el huevo semicuajado, que es una delicia. Con este revuelto y una macedonia de frutas, os iréis a la cama felices y contentos.
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