Hoy hemos preparado un plato que me encanta, unas alcachofas con gambas: una receta perfecta para disfrutar de la cena o servir como entrante en cualquier ocasión, porque es saludable, sabrosa y rica en nutrientes.
Es ideal para hacer cuando aún hay alcachofas de temporada en el mercado, pero incluso fuera de su estación, también se puede hacer perfectamente con alcachofas congeladas, o con alcachofas en conserva, con un resultado similar.
Opcionalmente, podéis añadir a la receta unos taquitos de jamón, que contrastarán muy bien, o incluso cubrir el plato una vez terminado con un velo de papada de cerdo ibérico, que aportará su sabor y su contraste de texturas.
Pelamos las alcachofas y sacamos los corazones, cortándolos por la mitad o si son grandes, en cuartos. Reservamos en agua con unas ramitas de perejil y un chorrito de zumo de limón, para que las alcachofas no se oxiden ni se oscurezcan.
Laminamos el diente de ajo y lo doramos en una fuente de barro con un poco de aceite de oliva. Añadimos las alcachofas y el vino blanco, dejando que evapore el alcohol a fuego vivo. Añadimos el zumo de medio limón, un chorrito de vinagre y el caldo de pescado (o de verduras) suficiente hasta cubrirlas.
Cocemos a fuego medio durante unos diez a quince minutos hasta que las alcachofas queden tiernas. Añadimos entonces las gambas peladas, rectificamos de sal y dejamos cocer hasta que prácticamente el caldo se haya reducido a la mitad. Espolvoreamos con un poco de perejil y llevamos a la mesa.
Con qué acompañar las alcachofas con gambas
Para acompañar esta receta ligera de alcachofas con gambas os sugerimos continuar con un lenguado a la plancha y ya tenéis un menú sano y completo, perfecto para cuidarse sin renunciar al sabor.
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