Tenéis que probar esta receta de calabacines alla pizzaiola, una maravillosa elaboración de la cocina italiana que gustará a todos en casa, ya que combina los calabacines en rodajas con dos tipos de queso y una salsa de tomate aromatizada con albahaca que le da el toque especial.
La receta se prepara muy rápido, sin necesidad de encender el horno y no requiere ningún utensilio especial ni elaboración complicada, por lo que puede ser perfecta para solucionar cenas familiares en esta época del año en que la vuelta a la rutina nos quita a menudo las ganas de cocinar.
Aunque es una receta habitual en muchas casas, -también hecha con berenjenas en lugar de con calabacines- hoy hemos querido hacer esta receta cocinando todo en una sartén o cacerola y el resultado es incluso mejor que con la receta que hacíamos en mi casa hasta ahora, por lo que os recomiendo que sigáis nuestras instrucciones para conseguir un plato de diez.
Cortamos los calabacines en rodajas de un centímetro de grosor. No es necesario pelarlos, pero sí lavarlos bien, pero eso queda al gusto de cada familia. Picamos también las bolas de mozzarella en dados y preparamos unas lascas de parmesano que darán un extra de sabor. En una sartén extendemos un par de cucharadas de fritada de tomate casera en la base, espolvoreamos con orégano y colocamos las rodajas de calabacín bien distribuidas.
Rellenamos los huecos con trocitos de mozzarella y añadimos alguna lasca de parmesano. Salpimentamos al gusto. Cubrimos con más tomate y repetimos la operación, con más rodajas de calabacín, parmesano y mozzarella, agregando algunas hojas de albahaca frescas. Volvemos a añadir salsa de tomate frito. Terminamos con más rodajas de calabacín, mozzarella y más tomate, espolvoreando después con orégano y parmesano rallado.
Cocinamos en la sartén durante 20 minutos a fuego mínimo, al principio tapando con la tapa de una cacerola. Después, quitamos la tapa y cocinamos otros 20 minutos más, removiendo con cuidado para evitar que el queso se nos pegue en la parte de abajo de la sartén y en el borde. Tras esos 40 minutos, el plato estará listo para servir, y la casa se nos habrá llenado de aroma a pizza, gracias al tomate, el orégano y la albahaca.
Terminamos el plato tras la cocción decorando con hojas de albahaca y flores comestibles y llevamos a la mesa en la misma sartén advirtiendo a los comensales de que el queso fundido mantiene mucho el calor, para que no haya quemaduras accidentales.
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Con qué acompañar los calabacines alla pizzaiola
Los calabacines alla pizzaiola resultan un plato muy completo y saciante al llevar queso y porque la salsa de tomate con albahaca pide pan. Por eso os recomendamos servirlas como plato único, siguiendo con un postre ligero basado en fruta.
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