El arrepentimiento tras el unas semanas de excesos puede llegar en forma de culpa. También de malestar intestinal y de digestiones pesadas que hacen que las semanas empiecen cuesta arriba.
Sin embargo, hoy traemos una receta tradicional francesa que es perfecta como guarnición, pero también puede ser un segundo plato más que sencillo que te permite apañar una comida en cuestión de 20 minutos sin hacer demasiado.
Se trata de las populares zanahorias vichy, una preparación típicamente gala en la que, incluso, puedes sustituir la mantequilla de la receta original por aceite de oliva. Tampoco haría falta pasarse de saludables, pues la cantidad que lleva de mantequilla es asumible y es fundamental para el resultado final.
Además de eso necesitas sal y un caldo de pollo o de caldo de verduras, para hacer más sabrosas las zanahorias, pero también puedes cocerlas directamente en agua. No obstante, la clave de esta receta está en calentar la mantequilla despacito con un poco de mantequilla en una cazuela ancha, fundiéndose, pero sin tostar.
Luego solo hay que añadir las zanahorias, salpimentar y remover y añadir caldo para cubrir —en función de cuánta salsa queramos dejar al final—, dejando una cocción suave durante unos 20 minutos hasta que estén tiernas y procurando que no queden muy secas.
Son perfectas para acompañarse de un arroz blanco o también de un poco de pasta. Como es evidente, también es una guarnición ideal para una pechuga de pollo o una chuleta de cerdo y así nos evitamos hacer unas patatas fritas y meter más calorías en la dieta.
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