Al ver esta receta de garbanzos salteados con chorizo y pimentón seguramente pensemos en la cocina más tradicional española, pero lo cierto es que la he adaptado de un libro de cocina marroquí. Me encanta cuando la gastronomía traza lazos de unión con otras culturas con las que compartimos más de lo que a veces pensamos.
Para preparar este plato podemos cocer nuestra propia legumbre o recurrir a garbanzos en conserva, apostando por marcas de buena calidad. También es clave emplear un buen chorizo, que puede ser picante si nos gusta más. Obviamente en la receta original el chorizo nunca será de cerdo, así que podemos usar el embutido que más nos guste según nuestras circunstancias particulares. Podemos cocerlo previamente en agua para desechar parte de su grasa antes de incorporarlo al plato.
Enjuagar y escurrir bien los garbanzos cocidos al dente, o escurrir un bote de legumbre ya cocida. Retirar las posibles pieles que se hayan desprendido, o pelarlos si se desea. Reservar. Picar la cebolla roja en trozos no muy pequeños, picar los dientes de ajo y trocear el chorizo, retirando la piel.
Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una buena sartén o cazuela y cocinar la cebolla y el ajo unos 5 minutos, hasta que se transparenten. Añadir el chorizo y el laurel y saltear durante unos minutos.
Incorporar los garbanzos, el pimentón, el tomillo y la salvia, removiendo bien. Bajar el fuego, tapar y cocinar unos 15-20 minutos, para que se integren bien todos los sabores. Al final de la cocción, sazonar con zumo de limón al gusto, salpimentar y añadir un poco más de pimentón, si se desea.
Con qué acompañar los garbanzos salteados
Estos garbanzos salteados con chorizo y pimentón pueden degustarse a la marroquí, con una salsa fresca de yogur y un pan plano para acompañar, o simplemente servirlos como primer plato de un menú más completo a base de carne o pescado. Podemos preparar una ración grande para que sobre y guardar en tupper, ya que se conserva muy bien y aguanta para llevarlo al trabajo.