Los fieles al cuchareo de legumbres no tienen por qué renunciar a ellas cuando se van acercando los días de más calor. Los potajes y guisos con toques marineros siempre apetecen, como es el caso de estos garbanzos con langostinos, muy populares en Andalucía, especialmente en la zona de Cádiz.
Para preparar este plato podemos partir completamente desde cero, cociendo los garbanzos secos remojados, con langostinos frescos sin pelar y elaborando el sofrito casero, o podemos recurrir a productos semipreparados. En esta ocasión hemos empleado legumbre que ya teníamos cocida y marisco crudo, pero congelado y limpio, preparando la base de verduras un poco con lo que teníamos en la nevera.
Cada casa le dará su toque particular, y es ciertamente un guiso que admite muchas variaciones al gusto. Se pueden cambiar las verduras del sofrito o usar salsa de tomate ya lista, y hay quien prefiere dejar esa base sin triturar o colar, con las hortalizas enteras. También podrían irle bien unas patatas, y la textura se puede ajustar para darle más consistencia de sopa, o de guisote espeso.
Si se parte de langostinos sin pelar, hay que empezar limpiándolos cuidadosamente para separar las cabezas, patas, colas y caparazón. Reservar el marisco y saltear esas partes con un poco de aceite de oliva en una cazuela; añadir agua hasta cubrir dos dedos por encima, y cocer presionando de vez en cuando durante 20 minutos. Colar, aplastando bien los cuerpos, y reservar ese fumet.
Preparar todas las verduras; picar la cebolla, laminar los ajos, trocear el pimiento y pelar y picar la zanahoria. Pelar los tomates o trocear enteros si luego se va a colar el sofrito. Calentar un fondo de aceite en una cazuela y pochar primero la cebolla con el ajo, el laurel y la pulpa de pimietno choricero, hasta que empiecen a transparentar.
Incorporar el resto de verduras, el tomate concentrado y una pizca de sal. Remover y sofretir el conjunto hasta que las hortalizas estén muy tiernas. Agregar un poco de caldo o de agua, lo justo para poder triturar la mezcla y obtener una crema espesa con la batidora. Si se desea, colar esta preparación y devolver a la cazuela.
Incorporar ahora los garbanzos escurridos, una pizca de sal, el pimentón y el azafrán; remover, regar con el vino y dejar que evapore el alcohol. Añadir caldo hasta dar con la textura deseada, incorporar los langostinos crudos y tapar. Cocer a fuego suave unos minutos hasta que el marisco esté cocido. Rectificar de sal y de caldo si fuera necesario, y servir con perejil picado.
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Con qué acompañar los garbanzos con langostinos
Una buena ración de garbanzos con langostinos nos dejará más que satisfechos y es un plato nutricionalmente muy completo, que sería casi pecaminoso no acompañar con buen pan. Si somos de menú, lo mejor es añadir una ensalada mixta de primer plato, aunque también encajaría este guisote como entrante (en menor cantidad) de unas pechugas de pollo empanadas o un pescado al horno. De postre, para suavizar la digestión de las legumbres, nada como piña fresca con yogur.
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