Hoy hemos querido hacer pan en casa y hemos preparado una receta de hogazas de pan de espelta que seguro que os apetecerá probar. Al hacer el pan en este formato, se mantiene tierno durante cuatro o cinco días, resultando idóneo para tenerlo disponible para los desayunos o para hacer tostas y otros aperitivos.
La espelta, también llamada escanda es una variedad de trigo algo más grande que el trigo común. Su origen es muy remoto y se dice que se conoce desde hace milenios por lo que también se denomina trigo primitivo. Entre sus propiedades, destaca la de ser de más fácil digestión que el trigo común, y por tener más nutrientes, además de un sabor especial que hace estos panes muy agradables.
El primer requisito para hacer panes de calidad, que nos dejen satisfechos y felices con el resultado es tener tiempo suficiente. Yo suelo empezar al final de la tarde, para dejar fermentar la masa toda la noche y hornear por la mañana.
Comenzaremos mezclando en un bol la harina de escanda con la harina de trigo junto a la sal y después, añadimos la levadura fresca desmenuzada. Después incorporamos 250 ml de agua templada, amasando poco a poco hasta obtener una mezcla que puede quedar un poco seca. Para dejarla en su punto, vamos añadiendo el resto del agua según necesite y seguimos mezclando. Dejamos tranquila la mezcla aún en el bol durante unos veinte minutos.
Sacamos la masa del bol y la trabajamos. Podéis utilizar cualquier método de amasar que os guste. Yo suelo utilizar el método Bertinet, golpeando la masa contra la encimera y doblándola sobre sí misma, repitiendo la operación durante unos 5 a 10 minutos. Después, dejo reposar la masa unos quince minutos y vuelvo a hacer la misma operación hasta 3 veces.
Después, enharino un bol limpio, coloco la masa entera dentro y cubro con un film de cocina. Ahora es el tiempo el que debe hacer su trabajo, por lo que dejo que fermente tranquila la masa en bloque durante unas 12 horas, dentro de la nevera. Por la mañana, la masa está hinchadísima en el bol, aunque al sacarla expulsa mucho gas de la fermentación.
Para formar una buena red de gluten que permita subir al pan y que la miga esté esponjosa, en el último amasado divido la masa en dos partes y voy dando pliegues a la vez que amaso con la palma de la mano, dando forma esférica a los panes. Los coloco sobre papel de hornear y los dejo reposar bien tapados durante aproximadamente una hora antes de cocerlos en el horno. Justo al meterlos, enharinamos un poco su superficie y damos dos cortes haciendo una pequeña equis en la parte superior.
El horno debe estar precalentado a unos 200ºC contando con que al meter el pan, la temperatura bajará un poco, para hornear entre 180 y 190ºC, durante aproximadamente 45 minutos. Si tenéis piedra de hacer pan, tenedla bien caliente dentro del horno y poned los panes sobre ella. En una bandeja situada una o dos ranuras más abajo que el pan, podéis poner un par de vasos de agua caliente para que se vaya formando vapor y así hornearéis el pan en un ambiente más húmedo, lo que favorecerá el crujiente de la corteza.
Con qué acompañar las hogazas de pan de espelta
Aunque dan ganas de comerse estas hogazas de pan de espelta inmediatamente, el pan en general es bastante indigesto en caliente, por lo que conviene esperar a que se enfríe sobre una rejilla. Después podéis disfrutarlo para untar cualquier salsa o para comer sólo con algún embutido. Como veis en la imagen, yo he cortado unas rebanadas y las he tomado con un poco de aceite de oliva y tomate para desayunar.
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