Os propongo una receta excelente para dar de comer a toda la familia. Se trata de un plato de pasta con salsa cremosa de limón y calabacín, la mejor receta para disfrutar de la pasta en primavera, y que se prepara de manera muy sencilla, como ahora veréis.
Este plato queda muy cremoso y resulta saciante, pudiendo servirse incluso como plato único si se acompaña de una ensalada o se sirve una ración abundante, o puede ser también un primer plato que podemos servir en raciones más pequeñas.
Además de muy fácil y muy rápida de preparar, esta receta supone una variación sobre las clásicas recetas italianas, que sin duda será bienvenida y engrosará nuestro recetario de pasta, que como sabéis está lleno de posibilidades. En esta ocasión he usado tallarines pero podéis utilizar cualquier pasta larga de vuestro gusto.
Comenzamos rallando el calabacín con ayuda de un rallador, usando los agujeros más gruesos. Picamos también la cebolla y los dientes de ajo y metemos todo en un paño, cerrando los extremos y apretando para desechar el líquido. Presionamos hasta que no podamos escurrirlo más.
Ponemos tres cucharadas de aceite de oliva extra virgen en una coccote y añadimos los copos de chile, -si no os gusta el toque picante, saltaros este paso- y tras unos segundos removiendo, añadimos la mezcla de calabacín, cebolla y ajo que hemos escurrido, sazonando al gusto y cocinando durante unos 15 minutos. Mientras, vamos rallando el queso parmesano y picando las hojas de albahaca más grandes.
A mitad de la cocción de la verdura, ponemos a cocer los tallarines, o cualquier otra pasta larga en una olla con agua hirviendo y sal, cocinándolos sin que lleguen a estar al dente, ya que los vamos a cocinar después en la coccote. Reservamos unos 200 ml del líquido de cocción de la pasta.
Escurrimos la pasta y la echamos en la cocotte, bajando el fuego a medio-bajo, y agregando 100 ml aproximadamente del agua de cocer la pasta y 200 ml de nata líquida. Añadimos el queso rallado y mezclamos, agregando si nos quedó muy espeso, un poco más de líquido de cocción y más nata, hasta conseguir una salsa cremosa que cubra la pasta. Probamos hasta que la pasta esté en su punto.
Fuera del fuego, añadimos un chorrito de zumo de limón y rectificamos de sal y pimienta, incorporando ya las hojas de albahaca, -reservamos algunas para el emplatado- y removiendo durante un minuto para que todos los ingredientes se mezclen bien. Servimos con más parmesano por encima y decoramos con las hojas más pequeñas de albahaca que habíamos reservado.
Con qué acompañar la pasta con salsa cremosa de limón y calabacín
Para acompañar la receta de pasta con salsa cremosa de limón y calabacín podéis preparar una clásica ensalada caprese y así disfrutáis de un menú italiano lleno de sabor y sin pasar mucho tiempo trabajando en la cocina.
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