Si bien acostumbro a comer la remolacha en ensaladas o en hummus, revisando el libro de Addicted to Hummus su pasta al pesto de remolacha, me sirvió de inspiración para crear una salsa de color intenso que resalta el sabor terroso de la hortaliza con un toque dulzón.
Improvisada y con los mínimos ingredientes posibles, es una salsa que que recuerda al pesto, pero que constituye toda una pink experience con todas las bondades antioxidantes de la remolacha.
Cocer la pasta siguiendo las instrucciones del paquete. Colar el agua y reservar la pasta.
Mientras tanto, preparar la salsa. En un procesador de alimentos o licuadora, volcar todos los ingredientes: la remolacha ya cocida, el yogur natural, la levadura nutricional, la ralladura de limón, la nuez moscada, la sal y la pimienta. Procesar hasta lograr una consistencia untuosa de color rosa intenso.
En una sartén, verter la salsa y con ayuda de una cuchara revolver para que tome temperatura por unos minutos. Luego volcar la pasta cocida y los frutos secos picadas para integrar los sabores. De ser necesario, para una textura más ligera, agregar 1 a 2 cucharadas más de leche.
Servir en caliente y decorar con rawmesan, pimienta negra molida y unos hilos de oliva. O mismo con brotes germinados y queso parmesano recién rallado o en lacas.
Moritz & Moritz 4 platos hondos de gres, 19 cm, cuenco de gres para sopa, pasta, ensalada o cereales
Con qué acompañar la pasta rosa de remolacha
Esta plato de pasta con salsa de remolacha como plato principal lo tiene todo: un sabor singular y un color espectacular. Solo nos queda disfrutarla con la mejor de las compañías posible junto a un buen vino y un helado de vainilla de postre.
Eso sí, son fundamentales, unas rodajas de pan de centeno, de multicereales o de trigo, para teñir de rosa el plato con la sala restante.
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