Hoy vamos a preparar una una impresionante receta de macarrones con salsa de nata, un plato de pasta italiana cremoso y de sabor suave que os va a encantar. Hemos utilizado macarrones rallados o penne rigate, ya que sus estrías ayudan a retener la salsa haciendo que cada bocado resulte más agradable.
Aunque para muchas personas, pensar en añadir nata a la pasta es hacer una mala versión de la salsa carbonara, -ya que, como os hemos contado, los espaguetis carbonara no llevan este ingrediente-, lo cierto es que no tenemos por qué renunciar al uso de la nata en combinación con variedades de pasta larga o corta, ya que combinan estupendamente.
En el caso de nuestra receta de hoy, hemos preparado una salsa de nata añadiendo un poco de cebolla, un poco de pollo y unos champiñones, para obtener un plato completo y con un sabor suave, que se intensifica un poco con el queso parmesano o grana padano que cada uno se añada a su gusto.
Cortamos una pechuga de pollo en taquitos y los cocinamos en una sartén a fuego vivo hasta que comiencen a dorarse. Reservamos. Ponemos a cocer la pasta en abundante agua con sal y la dejamos dos minutos menos de lo que indique el fabricante, para terminar de cocerla después en la salsa.
Picamos media cebolla en brunoise y la pochamos hasta que quede blandita y transprarente sin tomar color. Retornamos la pechuga de pollo que habíamos a la sartén. Fileteamos 4 champiñones y los salteamos con la cebolla y la pechuga.
Añadimos la pasta escurrida ligeramente y la mezclamos en la sartén con los demás ingredientes. Incorporamos la nata líquida y llevamos a ebullición, dejando que el conjunto cueza durante dos o tres minutos para que la pasta quede en su punto.
Espolvoreamos con queso rallado y llevamos a la mesa bien caliente para que los comensales disfruten de este plato de pasta suave y cremoso con la pasta a su temperatura ideal.
Escuela de cocina italiana. Pasta (FOOD-COOK)
Con qué acompañar los macarrones con salsa de nata
Como habéis visto en la elaboración yo he añadido unos champiñones y una pechuga de pollo cortada en dados a estos macarrones con salsa de nata, por lo que se han convertido en un estupendo plato único para comer. Como acompañamiento, un poco de queso rallado y un vino blanco fresquito, resultan más que suficientes.
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