Las 153 mejores recetas de marisco para Navidad

8 diciembre 2021, 11:01

Liliana Fuchs

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Hoy en día una Navidad sin marisco es casi impensable, aunque los precios se pongan por las nubes cuanto más se acercan las fiestas. Comprarlo con antelación para congelar es una buena manera de ahorrar un poco, pero aunque optemos por las variedades más económicas rara será la mesa que no incluya algún plato con crustáceos, cefalópodos o moluscos. Si estás buscando alguna receta especial para deslumbrar, ya sea con unos humildes langostinos o un suculento centollo, tenemos muchas recetas para inspirarte en estas fechas.

Sea fresquísimo o congelado, el marisco es, como el pescado, un producto relativamente delicado que merece ser tratado bien para sacarle el máximo partido en la mesa. Puesto que no están las cosas como para malgastar, ya que nos vamos a dar un capricho lo mejor será repasar conceptos básicos a la hora de conservarlo, descongelarlo, manipularlo y cocinarlo, también con seguridad y salud.

Nuestras recetas favoritas de marisco para las fiestas navideñas incluyen desde las preparaciones más simples que pueden sacar el máximo jugo del producto de calidad, como un simple cocinado a la plancha, hasta propuestas algo más creativas para los que busquen sorprender con platos diferentes en Navidad. Una de las ventajas de los mariscos es que nos permiten incorporarlos a cualquier parte del menú -salvo el postre-, desde el aperitivo hasta el plato principal.

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Tiempos de cocción de los principales tipos de marisco

Gambas, gambones y langostinos

Estos crustáceos son los reyes de las celebraciones, imprescindibles en cualquier mesa festiva y todo un icono del exceso de los banquetes navideños y esa imagen que transmiten de pretendido lujo de andar por casa. Con sus distintas calidades, especies y calibres, según el presupuesto lo permita, la familia de las gambas da muchísimo juego sobre todo en los aperitivos y entrantes.

Además de la típica fuente de langostinos cocidos, que siempre merece la pena preparar en casa aunque tengamos que cocinar en grandes cantidades, podemos hacerlos a la plancha o a la parrilla, al horno, en salsas, incorporarlos a ensaladas, convertirlos en elegantes cremas o recurrir a clásicos como un tartar, un cóctel o como relleno de muchas preparaciones.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Gambones o langostinos grandes (o más unidades) 12
  • Diente de ajo pelado 4
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa
  • Vino blanco o cava o sidra al gusto

Cómo hacer gambones o langostinos al horno

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 20 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 15 m

Comenzamos precalentando el horno a 190ºC con calor arriba y abajo y retiramos los bigotes de los gambones o langostinos. Los colocamos en una fuente apta para el horno, preferiblemente de cerámica para se cocinen a la vez por arriba y por abajo.

Añadimos con cuidado un chorrito de aceite sobre los gambones procurando que quede repartido. Picamos unos dientes de ajo y los añadimos por encima y entre los huecos, y opcionalmente un chorreón de vino o cava. Horneamos 15 minutos (algo menos si son langostinos pequeños), sacamos la fuente, pintamos un poco con una brocha mojada en los jugos, y llevamos a la mesa.

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Receta completa | Gambones al horno: receta económica para disfrutar del marisco

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Mejillones

Quizá no parezca el marisco más lujoso pero no hay que perder de vista a este saludable bivalvo, especialmente si vamos con un presupuesto más ajustado. El mejillón es uno de los reyes del laterío nacional y un habitual de los aperitivos todo el año, que preparado fresco puede alegrar también las mesas festivas cuando es de primera calidad. En invierno encontramos mejillones magníficos de temporada y con un poco de suerte sus precios no se dispararán tanto en vísperas de Navidades.

Que a nadie le dé pereza limpiarlos en casa, es una tarea un poco entretenida pero fácil y nada laboriosa cuando se coge práctica, y nuestros invitados lo agradecerán en la mesa, sea cual sea la receta que decidamos preparar con ellos.

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Almejas, berberechos y coquinas

Siguiendo con la familia de los moluscos bivalvos encontraremos en las pescaderías una buena variedad de almejas de distintos calibres, además de sus primos más pequeños como los también populares berberechos o las llamadas pipas del mar, quizá más presentes en verano. Estos productos aportan un intenso sabor fresco a mar a salsas, caldos y guisos, y son perfectos como aperitivo o entrante que además no suelen saciar mucho.

Navajas, vieiras, zamburiñas y otros moluscos

Cerramos el círculo de las conchas con esos mariscos que suelen dejarse ver menos en casa el resto del año, dándole por tanto un aire más especial con su presencia a nuestros menús navideños. Unas buenas navajas frescas a la plancha nunca fallan, pero también podemos atrevernos con preparaciones más originales e incluso algún toque exótico en sus salsas. Las vieiras, incluso congeladas, son perfectas para rellenar y gratinar, y los demás bivalvos -sean zamburiñas o volandeiras- dan mucho juego para sacar nuestro lado más creativo en los aperitivos.

Pulpo

Las patas de pulpo "en dos cocciones", "crujiente" o "a la parrilla" sobre parmentier o crema de patata se han puesto tan moda en restauración que casi nos parece ya un producto corriente, pero nunca hay que subestimar el suculento poder de un buen pulpo en la mesa. Merece la pena, eso sí, invertir cuando podamos en un cefalópodo de buena calidad, que siempre nos saldrá más barato comprándolo entero y crudo que en tentáculos ya cocidos, sobre todo si somos muchos en casa.

Sepia, calamares y chopitos

Estos versátiles cefalópodos suelen ofrecer precios mucho más asequibles en el mercado todo el año, son fáciles de cocinar, versátiles y gustan a casi todo el mundo. Que los encontremos de forma cotidiana en nuestros aperitivos o tapas de bar no quiere decir que no se merezcan un poco de atención también para Navidad, pues son una apuesta segura para los amantes del marisco y los sabores más tradicionales.

Quizá unos calamares a la romana no nos parezcan muy navideños -aunque no debemos descartarlos si por ejemplo hay niños en la mesa-, pero pocos podrán resistirse a la versión de la familia Roca o si los cocinamos con un suculento relleno. Solo hay que procurar comprar materia prima de buena calidad y respetar los tiempos de cocinado para que nos queden bien tiernos y jugosos.

Langosta, bogavante, carabineros y cigalas

La primera división de los crustáceos sí que suena mucho más a mesas de lujo y ostentación, esos mariscos que reservamos para ocasiones especiales y que casi siempre vuelven a casa por Navidad. Puede que en una familia muy numerosa sea un disparate servir una fuente con cigalas frescas para todos los comensales, pero siempre podemos adquirir menor cantidad de producto y lucirnos con un buen arroz, una sopa o un guiso.

Centollo, nécoras, buey de mar y cangrejo

Estos crustáceos echan para atrás a quienes no están acostumbrados a prepararlos en casa, pero si damos con producto de calidad a precios razonables, las fiestas son una buena ocasión para aprender a limpiar, preparar y cocinar centollos, nécoras o cangrejos. No es nada complicado y la diferencia con adquirir el produco ya precocinado es abismal, y quedaremos de lujo con ello ante nuestros invitados.

Bola extra: grandes platos de mariscos variados

Perfectos para indecisos o para quienes prefieran probar un poco de marisco variado sin dejarse un riñón en la pescadería, estos tres grandes platos son excelentes opciones para convertirlos en el protagonista de cualquier menú festivo. Son también buenas opciones para dar salida a excedentes y sobras de mariscos o para aprovechar lo que no hayamos descongelado en su día, pues no es raro que compremos de más.

Entre Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, más otros compromisos que tengamos con familiares y amigos, necesitaremos planificar diferentes menús en los que siempre es buena idea alternar carnes con productos del mar.

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