Soy consciente de que, después aquel follón -algo exagerado, en mi opinión- que se montó con el paellagate de Jamie Oliver, proponer una paella de quinoa puede ser peligroso. Pero después del éxito que tuvo la versión de arroz con leche en casa, me retaron a seguir probando recetas tradicionales de arroz sustituyendo el cereal por quinoa, así que la paella era el siguiente paso. Y tengo que decir que salió un plato delicioso muy a tener en cuenta.
Ojo: no pretendo imponer la paella de quinoa por encima de un buen arroz. Y soy consciente de que tampoco se aproxima a la receta de la auténtica paella valenciana, ni es su objetivo. Esta receta es, simplemente, una propuesta distinta para tomar quinoa en casa, demostrando que los sabores típicos de lo que entendemos por una paella o arroz de marisco se pueden llevar también a otros productos. Además, cambiar el arroz por quinoa de vez en cuando puede ser muy interesante desde el punto de vista nutricional.
Empezar lavando muy bien la quinoa hasta que el agua del grifo deje de salir turbia, y escurrir bien. Picar la cebolleta, el ajo y el pimiento, y trocear las judías verdes y el calamar o sepia. Calentar un poco de aceite en una cazuela, sartén grande o paella y dorar brevemente los langostinos con el calamar; limpiar los mejillones y abrirlos en un cazo con agua al fuego. Reservar todo aparte.
En la misma paella pochar la cebolleta con el diente de ajo, añadir el pimiento y el tomate, y cocer unos minutos. Incorporar la quinoa y una pizca de sal, removiendo bien para que empiece a coger aroma, los guisantes y las judías. Cubrir con el caldo, añadir el azafrán y cocer tapado unos 10-12 minutos.
Añadir las almejas, cocer unos 5 minutos e incorporar el resto de marisco, vigilando el nivel de líquido y controlando el fuego. Cocinar unos 5 minutos más y dejar reposar un poco tapado antes de servir con perejil, tomillo y limón (al gusto).
Con qué acompañar la paella de quinoa
La paella de quinoa no tiene mayor dificultad que usar buenos ingredientes para darle sabor y controlar el punto de la cocción. No se comporta igual que el arroz, así que hay que vigilar la textura que más nos guste, ya que hay partidarios de una quinoa más melosa y otros la prefieren más seca. Podéis cocinar vuestra receta de paella familiar a vuestro gusto, cambiando el marisco, añadiendo pescado o preparándola de carne o solo con verduras. Y repito por si no ha quedado claro: la paella de quinoa no pretende sustituir al arroz en ningún caso, pero tampoco pasa nada por experimentar y probar cosas nuevas en la cocina.
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