Preparo muchos currys en casa aunque no suelo seguir ninguna receta canónica. Hay ingredientes clave en la cocina india y tailandesa que son difíciles de encontrar, pero yo me apaño adaptando mi despensa en platos como este curry rojo de bacalao y calabaza a mi manera. Lo más fácil sería usar un poco de pasta de curry rojo ya preparada, pero se puede emular algo parecido y más sencillo con unos cuantos ingredientes.
Aquí no nos ponemos quisquillosos así que se pueden omitir las especias que menos gusten o se pueden alterar las proporciones, por ejemplo aumentando o reduciendo el picante. El bacalao protagoniza muchos platos tradicionales, pero no viene mal probar recetas diferentes y con un toque exótico para variar un poco.
Preparar adecuadamente el bacalao previamente si hiciera falta, descongelándolo o desalándolo en su caso. Cortar en tacos limpios de piel y espinas y reservar. Picar muy fina la cebolla y los dientes de ajo, rallar el jengibre y trocear la calabaza, ya pelada y sin semillas.
Calentar un poco de aceite en una olla o cazuela y pochar la cebolla con las semillas de mostaza con la pasta de guindilla o curry y el concentrado de tomate. Añadir el ajo picado, el jengibre, todas las especias, el zumo de limón y el vinagre, y cocinar un minuto a fuego fuerte. Incorporar la calabaza y mezclar bien. Cocinar unos minutos hasta que se empiece a reblandecer. Salpimentar y añadir el tomate.
Echar agua o caldo, sin que llegue a cubrir del todo. Cocinar unos 10 minutos a fuego medio, añadir la leche de coco y una pizca de azúcar. Remover. Cocer a fuego lento hasta que la calabaza esté muy tierna, vigilando el nivel de líquido. Incorporar el bacalao, tapar y mantener a fuego suave hasta que el pescado esté en su punto, unos pocos minutos.
Con qué acompañar el curry rojo de bacalao
Podemos dejar preparado este curry rojo de bacalao y calabaza con antelación, y volver a calentarlo en el momento de servir. La guarnición que más le pide es un arroz aromático tipo basmati, aunque si queremos una comida ligera está buenísimo sin nada más. Los que disfruten del sabor del cilantro fresco querrán añadir unas cuantas hojas picadas, y también le va muy bien un chorrito de zumo de lima.