Hemos de ser sinceros en cuanto al uso de salsas en nuestra cocina. Bien podríamos confesar que más de una -y de dos- han acabado pasando a una reseca vida después de que las comprásemos exclusivamente para solo una receta, dejándola abandonada a su fría suerte y condenándola al ostracismo de baldas donde comparte exilio con otras compañeras de batalla. Quizá sean muchas, y quizá nos ocupen mucho espacio, aunque para no cometer ese error, es conveniente también saber qué salsas podemos guardar sin frío una vez abiertas.
Es un terreno plagado de kétchup, barbacoa, mayonesa o mostaza, que suelen correr cierta buena suerte y salir con más frecuencia. Más ingrato es el turno de algunas salsas orientales de las que un día nos encaprichamos en el súper, formaron parte fugaz de algún plato y no hemos vuelto a recurrir a ellas; aquí podemos hablar de sojas, salsas teriyaki, de ostras, satay, kimchis o yakitoris.
Una condena de la que tampoco se libran los aderezos picantes, y es que a veces hemos aparcado vilmente a algún curry, a una sriracha o al legendario Tabasco. Por no hablar de salsas de habanero, o de chipotle, con las que quizá nos hayamos podido pasar de frenada.
Sin embargo, no todas son tan paradisíacas. Es imposible no pensar en ese bote de Lea & Perrins (la legendaria salsa Worcestershire), del bovril, de chimichurris, de aliolis o de la legión de ungüentos que alguna vez compramos con la intención de hacer una hamburguesa diferente (tártaras, rosa, mil islas, queso azul, miel y mostaza...) vistiendo con aire de pelotón de fusilamiento un estante junto a la puerta, esperando que algún día nos acordemos de ellas.
Hoy nos hemos propuesto que pasen realmente a mejor vida y echarte una mano para elegir unas cuantas recetas con las que dar una salida digna a todas estas salsas.
PD: Tampoco hay que martirizarse porque algunas salsas se queden para vestir santos o porque no las hagamos en casa, que sabemos que no siempre hay tiempo.
Recetas con kétchup
Quizá sea la más popular de las salsas de supermercado con permiso de la mayonesa. Es muy versátil, aunque solemos utilizarla más como acompañante que como ingrediente principal en nuestras recetas. Si te atreves con ella, te traemos una receta de kétchup casero que hará que no vuelvas a mirar igual a los industriales.
Es fácil, barata y resultona, aunque no condenaremos a nadie por usar kétchup de bote. Las ideas son cientos, pero si necesitas una ayuda extra, sigue leyendo porque hay vida más allá de las patatas fritas y de las hamburguesas.
Espaguetis napolitana con kétchup
No nos hemos vuelto locos, ni sacrílegos. La realidad es que es un plato muy popular en Japón y el resultado es bastante satisfactorio. Además, viendo la receta comprobaréis que no es solo poner kétchup y rematar la receta, sino que tiene algo más de ciencia y que, por si os quedan más ideas, podéis perfeccionar a vuestro gusto.
Poner a calentar una olla alta con abundante agua salada para que vaya cogiendo temperatura y podamos cocer los espaguetis mientras preparamos el resto del plato. Picar el diente de ajo, cortar la cebolla en juliana, el pimiento verde en tiras sin las semillas, y las salchichas en piezas de un bocado.
Calentar un poco de aceite en una sartén grande o cazuela y dorar la cebolla con una pizca de sal durante unos 3-4 minutos. Añadir el ajo picado con la salchicha y saltear el conjunto para que coja buen color. Incorporar el pimiento, salpimentar ligeramente y saltear todo unos 5 minutos.
Mientras tanto, con el agua ya hirviendo con alegría, cocer los espaguetis siguiendo las indicaciones del paquete para que queden al dente. Si se nos puede ir el santo al cielo, mejor esperar a tener la salsa casi terminada para cocer con calma la pasta. Reservar parte del agua de cocción.
Añadir a la sartén el kétchup, la salsa Worcestershire y el tabasco, y remover bien. Agregar unos cucharones del agua de cocer la pasta para darle consistencia de salsa, incorporar los espaguetis cocidos y mezclar con suavidad para incorporarlos bien. Corregir el punto con más agua si fuera necesario.
Agregar orégano y queso rallado al gusto, remover y servir inmediatamente con más queso en la mesa para que cada comensal se añada a su gusto. También es costumbre disponer el Tabasco para los que prefieran un plato más picante.
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Muslitos de pollo al horno con salsa barbacoa rápida
El kétchup y su dulzor es la base común sobre las que levantamos salsas barbacoa casera. Si no tienes esta salsa a mano o no has pasado por el super, puedes resolver la jugada con cierta maestría y el resultado os gustará tanto que seguramente aparquéis las salsas industriales.
- Ingredientes para 2 personas. 4 muslos de pollo, 1 cucharadita de pimentón dulce, media cucharadita de pimentón picante, media cucharadita de cebolla en polvo, 15ml de miel, 15ml de vinagre balsámico, 30ml de kétchup, 2 dientes de ajo, tomate concentrado, 5ml de salsa Worcestershire, 50ml de caldo de pollo, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva virgen extra.
- Elaboración. Precalentar el horno a 180 ºC. Secar el pollo con papel de cocina y retirar los posibles restos de plumas o exceso de grasa. Dejar atemperar unos instantes. Batir en un cuenco todos los ingredientes de la salsa y reservar. Salpimentar el pollo y aderezar con el ajo granulado, el pimentón dulce y el picante. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén o cazuela, mejor si se puede llevar luego al horno -tipo skillet de hierro fundido y dorar los muslitos, unos 3-4 minutos por cada lado. Llevar a una fuente -si no se puede usar la sartén- y agregar la salsa por encima, mezclando bien. Tapar y hornear durante 20 minutos. Destapar, girar las piezas, volver a tapar y hornear 15-20 minutos más. Retirar el pollo y mantener en una fuente tapada. Desglasar la salsa que ha quedado añadiendo agua o vino blanco, si fuera necesario, al fuego. Cocer removiendo sin parar rascando el fondo con una cuchara o espátula de madera, hasta que espese. Servir el pollo con esta salsa reducida por encima.
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Salpicón de legumbres con palitos de cangrejo
Mar, corral y kétchup. Una mezcla infalible y sorprendente para este aperitivo facilón en el que puedes aprovechar algunos restos de la nevera -como unos garbanzos cocidos-, un paquete de surimi y un culín de kétchup. En media horita lo tienes resuelto y puedes despejar baldas en un plisplás.
- Ingredientes para 4 personas. 150g de alubias cocidas en conserva, 150g de lentejas cocidas en conserva, 150g de garbanzos cocidos en conserva, medio tomate, 2 huevos, 10 palitos de cangrejo, 20g de cebolla, 40g de pimiento rojo, 40g de pimiento verde, aceite de oliva virgen extra, 20g de vinagre de manzana, 5g de mostaza de Dijon, 10g de kétchup y sal.
- Elaboración. Colocamos las legumbres en un escurridor y las lavamos bien bajo un chorro de agua fría hasta que no quede restos del líquido de la conserva. Dejamos escurrir a conciencia y secamos con papel absorbente. Cortamos el medio tomate en pequeños dados, desechando las semillas y el jugo que pueda soltar (no queremos que quede acuoso). Cocemos los huevos en abundante agua con un chorrito de vinagre durante 10-12 minutos. Refrescamos y dejamos enfriar en un recipiente con agua fría. Pelamos y reservamos hasta el momento de emplatar. Picamos los palitos de cangrejo en trozos pequeños, así como la cebolla y los dos tipos de pimiento. Los incorporamos a las legumbres junto con los dados de tomate. Sazonamos ligeramente. Preparamos una vinagreta con la que condimentar el salpicón. Para ello en un cuenco pequeño mezclamos el aceite junto con el vinagre, la mostaza, el ketchup y una pizca de sal. Batimos hasta emulsionar. Servimos el salpicón con un chorrito de vinagreta por encima y decorado con el huevo duro cortado en cuartos y un poco de perejil fresco.
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Cerdo agridulce al estilo Zhejiang
Es una de las recetas más icónicas de la cocina cantonesa y, aunque creyeras que no, puedes imitar su tradicional salsa en casa con bastante facilidad. El kétchup aquí es muy protagonista porque entre la parte de vinagre que tiene, más su parte de azúcar, ya nos da ese sabor agridulce que buscamos. Además, si no te apetece apostar por el cerdo, puedes recurrir al pollo.
- Ingredientes para 4 personas. Lomo de cerdo, 30ml de salsa de soja, 30ml de salsa Worcestershire, 1 huevo, sal y pimienta. Para la salsa: 240ml de agua, 60ml de salsa de soja para la salsa, 100g de kétchup, 60ml de vinagre de arroz, 80g de azúcar, sal al gusto y maicena express. Para el rebozado: 50g de harina de trigo, 50g de maicena, semillas de sésamo al gusto y aceite de maíz para la fritura.
- Elaboración. Comenzaremos cortando la carne de lomo de cerdo en tiras y la pasamos a un cuenco para marinarla. Entonces añadimos la salsa de soja, la salsa Perrins, la pimienta blanca, la sal y un huevo batido, removemos con una cuchara para que se impregne la carne y dejamos en la nevera marinar durante un mínimo de media hora. Por otra parte una vez que pase el tiempo de marinado en una bandeja mezclamos la Maicena y la harina y vamos rebozando los trozos de carne en esta mezcla. Preparamos una sartén honda con abundante aceite de maíz o girasol y a temperatura media vamos friendo loas tiras de cerdo rebozadas. Retiramos para una bandeja con papel absorbente y subimos la temperatura del aceite a más fuerte, volviendo a freír de nuevo los trozos de carne y consiguiendo así un rebozado más crujiente. En una cazuela de fondo grueso, agregamos un poco de aceite, lo calentamos y vertemos la salsa de soja, el vinagre de arroz, el ketchup, el azúcar y la sal. Removemos durante un minuto esta mezcla, añadimos el agua y cocemos todo junto durante ocho minutos a fuego medio. Entonces vamos agregando poco a poco Maicena express hasta lograr el espesor de la salsa que nos agrade. Añadimos la carne, lo mezclamos todo y servimos bien caliente espolvoreando unas semillas de sésamo tostado.
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Costillas a la miel sin horno
No encender el horno, tirar de olla exprés y conseguir un bronceado para tus costillas que creerías que solo lo da el grill no es una utopía. Fácil, sencilla y rápida con una receta que tienes preparada en un cuarto de hora. Garantizado.
- Ingredientes para 2 personas. 1 costillar de cerdo, 1 cucharada de salsa de soja, 4 cucharadas de miel, 4 cucharadas de ketchup, aceite, sal, pimienta y un poco de coñac.
- Elaboración. Empezamos separando las costillas del costillar, salpimentándolas y poniéndolas a dorar en la olla exprés con un chorrito de aceite. Cuando se hayan dorado, añadimos un chorretón de coñac y dejamos que se evapore un par de minutos. Mientras tanto, preparamos la salsa mezclando la soja con la miel y el ketchup. Añadimos la salsa a las costillas, removemos bien y cerramos la olla. En cuanto a empiece a silbar bajamos un poco el fuego y dejamos cocer durante cinco minutos. Servimos caliente con un poco de romero y tomillo.
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Albóndigas en salsa de tomate
Pensarás que nos hemos vuelto locos, pero no, o no del todo. En esta receta infalible de albóndigas el kétchup no viene en la salsa, sino en la propia masa de las albóndigas, a las que da textura, jugosidad y un punto dulce muy rico que forma parte de este cimiento que gusta a toda la familia.
- Ingredientes para 40 unidades. 400g de ternera picada, 2 rebanadas de pan de molda, 1 huevo, 30ml de leche, 25g de mostaza de Dijon, 40g de kétchup, 1 cucharadita de hierbas provenzales, media cucharadita de sal de ajo, sal, pimienta negra molida, 40g de harina de trigo, aceite de oliva virgen extra para la fritura y 350g de salsa de tomate casera.
- Elaboración. En un recipiente hondo y amplio mezclamos el huevo con la leche, la mostaza y el kétchup. Batimos bien y agregamos las dos rebanadas de pan de molde troceadas. Aplastamos con un tenedor hasta obtener una papilla homogénea en la que no se noten trozos de pan. Añadimos las hierbas provenzales, la sal de ajo y salpimentamos al gusto. Agregamos la carne picada y mezclamos con las manos (bien limpias) para que se integren todos los ingredientes y sabores. Dejamos reposar la mezcla una hora en la nevera, con el recipiente bien tapado. Mientras tanto, preparamos una salsa de tomate casera. No la compréis preparada, este es un punto muy importante para conseguir que nuestras albóndigas pasen de estar ricas a ser, sencillamente, "las albóndigas definitivas". Cuando la mezcla de las carne haya reposado, formamos las albóndigas. Tomamos pequeñas porciones, las boleamos y las pasamos por harina. Tardaremos un poco más si las hacemos pequeñas, pero el resultado es más delicado y después se cocerán más rápido en la salsa. Esta es una masa blanda, pero se deja manejar y da como resultado unas albóndigas tiernas en su interior y muy jugosas. Una vez rebozadas las albóndigas, calentamos abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén y las freímos a fuego fuerte durante un minuto. Queremos que queden selladas por el exterior, así que las volteamos con cuidado al freír. Escurrimos las albóndigas sobre papel absorbente antes de pasarlas a una cazuela con la salsa de tomate y cocer durante diez minutos. Servimos inmediatamente.
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En DAP | Recetas de albóndigas
Recetas con mostaza
Hemos de reconocer que la mostaza tiene bastante mejor prensa que el kétchup y que, por regla general, se adapta más a nuestra cocina para ser consorte del ingrediente principal. Hoy vamos a sacarla de la nevera para demostrar su versatilidad con carnes rojas, blancas e incluso pescados y mariscos.
Conejo en salsa de mostaza y zanahoria
Los sabores intensos y campestres de la mostaza le van de maravilla a carnes que bien podrían ser de caza, como el conejo o la liebre. Si no tienes acceso a ellos no te preocupes, porque un conejo de criadero también cumple sobradamente, más aún con esta guarnición untuosa de zanahorias.
Ingredientes para 2 personas. Medio conejo, 1 cebolleta, 1 zanahoria grande, 1 cucharadita de semillas de mostaza, 100ml de vino blanco, 220ml de caldo de verduras o agua, 15ml de mostaza de Dijon, 125ml de nata líquida para cocinar, pimienta negra molida, tomillo seco o fresco, perejil fresco, sal y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración. Salpimentar el conejo y cocinar en una cazuela o sartén con aceite de oliva, dorándolo bien por todos los lados, unos 10-12 minutos. Retirar y reservar en un plato. Pelar y cortar en cubos pequeños la cebolla y la zanahoria. Pochar ligeramente la cebolla en la misma cazuela junto con las semillas de mostaza, añadir la zanahoria y salpimentar. Cocinar durante unos 10 minutos, hasta que la zanahoria deje de estar dura. Reincorporar el conejo, regar con el vino y dejar que evapore el alcohol. Añadir el caldo o agua, tapar, bajar el fuego y dejar cocinar unos 25 minutos. Retirar el conejo, añadir la nata con la mostaza y mezclar bien. Salpimentar, agregar perejil y tomillo y servir la salsa sobre la carne.
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Pescado al horno en salsa de mostaza
Puedes jugar con el pescado blanco que más te guste, incluso descongelando unos lomos, o incluso apostar por un pescado azul, ya que el salmón, por ejemplo, le iría de maravilla a esta receta que demuestra que la mostaza no es solo amiga de la carne.
- Ingredientes para 3 personas. 6 filetes de pescado, media cebolla, 6 pepinillos en vinagre, 1 cucharada de perejil fresco picado, 30g de creme fraîche, 45g de mostaza de Dijon, 5g de aceite de oliva, 2g de tomillo seco, sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. Colocamos el pescado sobre un plato para horno previamente engrasado con un poco de aceite de oliva. Condimentamos los filetes con tomillo, sal y pimienta. Ponemos el plato con los filetes en el horno caliente, a 180ºC, por unos 10 minutos para iniciar la cocción del pescado. Mientras tanto picamos el perejil y cortamos finamente los pepinillos. Colocamos estos dos últimos ingredientes en un cuenco y les agregamos la mostaza y la crema. Mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. Retiramos el pescado del horno, lo recubrimos con la salsa de mostaza que acabamos de preparar y volvemos a hornear por unos 12 a 15 minutos adicionales.
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Ternera a la mostaza
Receta generosa, de fiesta y con la que come un regimiento, que bien podríais emplear para una cena navideña. Aquí son pocos los protagonistas, pero de mucha calidad, que además podrás comer caliente o frío, como si fuera a la manera de un rosbif.
- Ingredientes para 10 personas. 1kg de lomo alto de ternera en entero, 20g de mostaza de Dijon, sal, pimienta negra molida y aceite de oliva virgen extra.
- Elaboración. El lomo de ternera ha de estar bridado para que no se deforme en el horno y se cueza de forma homogénea. Podemos pedirle a nuestro carnicero que lo bride o que nos regale un trozo de malla elástica para carne y hacerlo nosotros en casa. Si no conseguimos ni lo uno, ni lo otro, siempre podemos seguir las indicaciones de este vídeo y lo conseguiremos con facilidad. Untamos la base de una rustidera con aceite de oliva virgen extra y colocamos en ella el lomo bridado. Salpimentamos por todos sus lados. A continuación, untamos la superficie y laterales con la mostaza de Dijon e introducimos en horno, precalentado a 180 ºC, durante 50 minutos. Si queremos una carne más roja en su interior, reducimos el tiempo según nuestro gusto. Estas indicaciones de tiempo y temperatura son las utilizadas en el Reino Unido para carnes bien hechas o, como dicen por aquellas tierras, well done. Por cada 450 gramos de carne, se hornea la ternera 20 minutos a 180 ºC. Al tiempo que obtengamos al hacer nuestro cálculo, se le añaden 20 minutos extra. Sirva esta información como punto de partida para adaptar el tiempo a nuestro gusto. Una vez asado, retiramos el lomo del horno y esperamos 15 minutos antes de trincharlo. Mientras tanto, podemos preparar una salsa con los jugos que ha soltado durante la cocción y usarla para acompañar el lomo. Transferimos los jugos de la rustidera a una cacerola, colándolos para retirar tropezones. Agregamos un poco de vino tinto y flambeamos. Dejamos reducir a fuego suave hasta que alcance el punto de espesor deseado. Salpimentamos al gusto y listo.
Enlace directo a la receta completa | Ternera a la mostaza
Mejillones a la mostaza
No solo de grandes platos y recetas de sobremesa vive la mostaza. Sal de la marinera o de los mejillones al vapor con esta sencilla receta en la que la cremosidad corre por cuenta de la harina, de la mostaza y de un toque de vino blanco.
- Ingredientes para 2 personas. Medio kilo de mejillones, 1 vaso de vino blanco, 1 cucharada de mostaza de Dijon, 1 cucharada de harina, una pizca de jengibre molido y otra de comino sin moler, medio limón, una cebolleta pequeña, 1 diente de ajo, aceite, sal y perejil.
- Elaboración. Empezamos limpiando los mejillones minuciosamente, quitándoles las barbas y las lapas que tengan pegadas. Por otra lado, con ayuda de la batidora, trituramos la cebolla con el diente de ajo y la pizca de jengibre y comino (yo he puesto la puntita de una cucharilla de cada). El resultado de esta mezcla es un puré que pondremos a dorar en un cazo con un chorrito de aceite. Añadimos también un chorrito de limón y una cucharadita de ralladura. Luego, sin dejar de remover, vertemos la cucharada la harina, haciendo una especie de roux al que iremos incorporando el vino blanco paulatinamente, intentando que no se formen grumos con ayuda de las varillas. Añadimos ahora la mostaza a la salsa, y dejamos que hierva un par de minutos antes de pasar la salsa a una cazuela más grande y echar los mejillones (y otra pizca de comino). Tapamos y dejamos que se abran los mejillones(4 o 5 minutos serán suficientes).
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Pollo a la mostaza
Barato, sabroso, rico y muy elegante. Las recetas con pollo y mostaza son un clásico y aquí aprovechamos la mostaza a la antigua para darle un toque extra de sabor y mucha buena pinta.
- Ingredientes para 2 personas. 40g de mostaza de Dijon, 30g de aceite de oliva virgen extra, 15ml de vinagre de Módena, 4 contramuslos de pollo, 4 patatas pequeñas del mismo tamaño (250g en total), 150g de cebolla, sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. En un recipiente hondo mezclamos la mostaza, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de Módena. Batimos con energía hasta obtener una mezcla homogénea y bien emulsionada. Limpiamos los contramuslos de posibles restos de grasa y salpimentamos por las dos caras. Cortamos la cebolla en tiras (juliana gruesa) y cubrimos con ella la base de una fuente de horno. Colocamos encima los contramuslos y los regamos con la mezcla de la mostaza. Introducimos la fuente en el horno pre calentado a 200ºC y programamos 30 minutos. Mientras tanto preparamos las patatas de guarnición, primero cociéndolas parcialmente en un cacito con agua y después terminándolas en el horno junto con el pollo. Para cuando el pollo esté listo, las patatas también estarán tiernas y podremos servir todo al mismo tiempo. Pelamos y cortamos las patatas en ocho gajos cada una. Hervimos en abundante agua salada durante 8 minutos. Retiramos y escurrimos las patatas. Las sazonamos y engrasamos con un chorrito de aceite de oliva y transferimos a la fuente del pollo que se encuentra en el horno. Las patatas adquirirán un color dorado y estarán listas en el tiempo que le queda al pollo de horno. Servimos inmediatamente.
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Recetas con salsas orientales
Salinidad, mucho sabor y mucha versatilidad es lo que nos ofrece la soja, la salsa de ostras o la propia teriyaki, que se desenvuelven bien con primeros platos y con principales, demostrando que podemos darles mucho juego en nuestra cocina.
Gambones salteados en salsa de ostras
Aunque se llame salsa de ostras, la realidad es que ostras ha visto más bien pocas esta salsa, muy concentrada, salada y con algún regusto a mar. En origen sí llevaba alguna ostra, pero la versión industrial -que es la que solemos tener en casa- poca concha conoció. Eso no impide que saquemos platazos como estos gambones, que además puedes aderezar con toques picantes o frescos.
- Ingredientes para 2 personas. 12 Gambones, 3 cucharadas de salsa de ostras, aceite de oliva virgen extra para saltear los gambones, cebollino picado para decorar, 2 cucharadas soperas de salsa de soja, 1 diente de ajo y 1 guindilla de Cayena opcional.
- Elaboración. Preparamos los gambones -podéis utilizar gambas grandes, langostinos o cualquier otro marisco similar- separando sus cabezas y pelando las colas. Aprovechamos para darles un cortecito longitudinal y retirar el intestino, esa "venita" negra que no queremos comernos. En un bol recogemos el contenido de las cabezas, apretándolas entre los dedos, ya que el coral que recojamos aportará un estupendo sabor a nuestra salsa. Las colas, las salteamos hasta que tengan un color naranja intenso y las reservamos. Picamos el ajo y lo doramos un poco en la misma sartén donde hemos salteado las colas de los gambones. Añadimos tres cucharadas de la salsa de ostras y el coral de las cabezas, removiendo hasta que se integre. Entonces incorporamos dos cucharadas de salsa de soja y medio vaso de agua, removiendo bien. Dejamos que la salsa reduzca unos tres minutos a fuego vivo y reintegramos las colas de gambas a la sartén dejando que se impregnen bien de los jugos mientras salteamos el conjunto durante otro par de minutos. Servimos añadiendo cebollino picado por encima y procuramos comerlas muy calientes.
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Setas con pak choi en salsa de ostras
Es fácil de resolver -incluso puedes tirar de Thermomix-, sabroso y es ideal para dar salida a algunas setas que tengas por casa o para adentrarte en el pak choi, una especie de col, que tiene un toque crujiente muy interesante en los salteados.
- Ingredientes para 4 personas. 3 dientes de ajo, 20g de aceite de sésamo o de girasol, media cucharadita de azúcar moreno, 2 cucharadas de salsa de ostras, 300g de setas frescas troceadas, pimienta negra molida, 250g de pak choi en trozos y una cucharadita de semillas de sésamo.
- Elaboración. Pelamos y picamos los ajos y los sofreímos en el aceite de sésamo o de girasol. Si hacemos esta receta con Thermomix, ponemos los ajos en el vaso y los picamos 3 seg/vel 7, después los sofreímos 4 min/Varoma/vel cuchara. Añadimos el azúcar, la salsa de soja, la salsa de ostras, las setas y la pimienta y sofreímos hasta que estén todo hecho. Si lo hacemos con la Thermomix, programamos 15 min/Varoma/giro inverso/vel cuchara. Vertemos en una fuente, espolvoreamos con el sésamo y servimos inmediatamente.
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Wok de tallarines, gambas y verduras con salsa teriyaki
La salsa teriyaki no es más que una evolución de la salsa de soja, que es aquí el ingrediente principal, que se endulza con mirin o con sake, obteniendo una salsa pegajosa, ligeramente golosa, que sirve sobre todo para glaseados y arroces o pastas. En este caso, ideal para no echar de menos a los restaurantes chinos en cualquier momento.
- Ingredientes para 2 personas. 160g de tallarines, 10 gambones pelados, verduras variadas (pimiento, cebolla, zanahoria, berenjena, champiñón...), aceite de oliva virgen extra, sal y salsa teriyaki.
- Elaboración. Lavamos las verduras y cortándolas en juliana. Podéis utilizar las verduras que más os gusten. La zanahoria y el pimiento son un básico por el color que aportan. La berenjena le da un sabor muy bueno, así como los champiñones, pero no quedan tan bonitos en el plato. Luego, en un wok con aceite caliente salteamos las verduras moviéndolas constantemente con un movimiento de muñeca. La idea es no hacerlas demasiado para que queden ligeramente crujientes, aunque hay a quien le gusten más hechas. Por otro lado, calentamos agua con sal en una olla y hacemos los tallarines siguiendo los tiempos marcados por el fabricante, luego los escurrimos con agua fría y los añadimos al wok junto con la salsa teriyaki (unas dos o tres cucharadas). La salsa teriyaki la podemos comprar o la podemos hacer casera. Rehogamos un par de minutos y servimos en cuencos. Por último, salteamos las gambas y decoramos con ellas el plato. En realidad podríamos haber salteado las gambas con las verduras, pero de esta manera no se "manchan" de salsa teriyaki y quedan mucho más vistosas y jugosas en el plato.
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Pechugas de pollo glaseadas con salsa teriyaki y piña
Aquí nos vamos a los contrastes de dulzor fresco que la piña aporta, con un toque refrescante, y la dulzura natural de la teriyaki (y esta es su receta). Es ideal con cortes de carne blanca algo secos, pero podríamos acompañarlos también de carnes algo más intensas o más grasas, como un secreto ibérico.
- Ingredientes para 4 personas. 4 pechugas de pollo, 30ml de aceite de girasol, 30ml de agua, 30g de jengibre fresco, 30g de miel, 30ml de vinagre de arroz, 30ml de salsa de soja y 150g de piña natural.
- Elaboración. Calentamos el aceite en una sartén antiadherente, añadimos las pechugas de pollo y las cocinamos por ambos lados durante cuatro minutos, aumentamos la potencia del fuego y añadimos el agua, dejamos que el pollo se cocine durante otros seis minutos. Mientras se cocina la carne, picamos el jengibre fresco en trozos y lo metemos en el vaso de una batidora, lo trituramos con las cuchillas, y añadimos encima, la piña en trozos, la salsa de soja, el vinagre de arroz y la miel, volvemos a triturar hasta que se forme una salsa espesa. Reducimos el fuego y vertemos la salsa encima de la carne y llevamos a ebullición. Vamos girando la carne en la salsa para que se impregne por todos los lados, y cocemos hasta que la salsa comience a tomar aspecto de glaseado. Servimos bien caliente.
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Atún al sésamo con salsa ponzu
Sencilla, rica, fresca e ideal para aperitivos. En este caso volvemos a la soja, salsa cimentadora de Oriente, que utilizamos para hacer la salsa ponzu, que solo es un poco de soja con mirin y algún zumo cítrico. El resultado es fragante, fresco y marina ligeramente la carne, como puede ser atún en este caso, pero que podría ser bonito.
- Ingredientes para 4 personas. 200g de atún fresco, un chorrito de aceite de sésamo, hierbas provenzales al gusto, cebollino, 50ml de zumo de naranja, un trozo de alga kombu, 50ml de mirin y 100ml de salsa de soja.
- Elaboración. Preparamos el taco de atún cortándolo primero en tiras de medio cm y después cortándolas en dados. Disponemos los taquitos en un plato hondo y los cubrimos con aceite de sésamo, dejando que marinen durante 30 minutos. En ese tiempo preparamos la salsa Ponzu casera. Esta salsa se elabora con soja, mirin y zumo cítrico. En este caso hemos hecho Ponzu de naranja. Ponemos la naranja en un cazo y la llevamos a ebullición. Añadimos la soja y el mirin, y mezclamos bien los ingredientes. Apagamos el fuego y añadimos el trozo de alga Kombu. Dejamos enfriar antes de usar la salsa. El alga Kombu no es imprescindible para disfrutar de este condimento, pero aporta un toque salado y ayudará a que la salsa que nos sobre se conserve durante unas semanas guardada en la nevera.
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Recetas con salsa barbacoa
Ahumada, especiada y potente. La verdad es que nuestra relación con la salsa barbacoa (o BBQ) es relativamente reciente y, como no podía ser de otra forma, una importación estadounidense. Eso no impide que reconozcamos su valor culinario, aportando también dulzor, mucho aroma y engrasando carnes que en ocasiones pueden resultar demasiado secas. Si no tenéis salsa barbacoa en la nevera no os preocupéis, que podéis apostar por esta receta casera.
BBQ Ribs New York
El propio Tío Sam se subiría a este carro gastronómico con una receta en la que solo importa la calidad de las materias primas. Por lo demás, el horno y la salsa se encargarán del resto. Eso sí, sé generoso con la salsa.
- Ingredientes para 4 personas. 1,5 kg de costillar de cerdo, agua, sal y abundante salsa barbacoa.
- Elaboración. La primera parte, necesaria para que las costillas estén en su punto de sal y tiernas como ninguna, para que prácticamente se deshagan y el hueso se salga limpio sin nada de carne pegada es cocer las costillas en agua salada durante una hora y quince minutos a fuego medio. Para ello, aún contando con una buena cacerola será necesario cortar el costillas por la mitad.Tras la cocción, notaremos que las dos porciones del costillas están muy tiernas, y que los huesos empiezan a asomar al encogerse la carne como consecuencia de la cocción. Tened cuidado al sacar las costillas o se os partirán en más porciones. Precalentar el horno a 180º y disponer las dos mitades de las costillas en una fuente apta para hornear o si lo preferís, en la misma bandeja del horno. Una vez colocadas, cubrir con abundante salsa barbacoa. Mi amigo Marco me recomendó utilizar si es posible salsas americanas auténticas o al menos salsas barbacoa con ingredientes especiales como mostaza y miel. Hornear las costillas durante cuarenta minutos, hasta que la salsa barbacoa haya comenzado a burbujear, y veamos que los huesos de las costillas asoman un poco más, señal de que el plato está terminado.
Enlace directo a la receta completa | BBQ Ribs New York
North Carolina Ribs
Puede parecer que son las hermanas de las anteriores, pero aquí nos vamos a una receta aún más golosa con la que dar salida al cerdo -aunque podéis hacerlas de ternera o coquetear con otros cortes, como los muslos de pollo o de pavo-. La clave está aquí en la Coca-Cola y en potenciar el ahumado y el picante del resultado final.
- Ingredientes para 3 personas. 1 costillar de cerdo cortado en dos o tres trozos, 200g de kétchup, 200ml de salsa barbacoa, 100ml de vinagre, 100ml de refresco de cola, media cebolla, 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharadita de miel, 5ml de tabasco rojo y humo líquido o en polvo para el toque ahumado (opcional).
- Elaboración. En un cazo, pochamos la cebolla muy picada y cuando esté bien blandita, añadimos el resto de los ingredienes de la salsa, removiendo y dejando reducir durante unos 10 minutos. Una vez reducida la salsa, la trituramos con la batidora y untamos bien las costillas, dejando que marinen bien impregnadas durante al menos tres horas. Pasado ese tiempo, extendemos un poco la salsa con una brocha para que queden bien cubiertas y las envolvemos en papel aluminio, cerrando bien el paquete. Yo prefiero hacer el costillar en dos paquetes para que sea más manejable. Horneamos a 140º durante dos horas, sin moverlas ni abrir los paquetes hasta que pase ese tiempo. Tras esa cocción lenta a tan baja temperatura para ser un horneado, las costillas quedan realmente impresionantes, muy tiernas y llenas de sabor. Falta dar un toque de gratinador después de abrir el paquete de papel aluminio y listas para llevar a la mesa inmediatamente.
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Costillas barbacoa a baja temperatura
Si no consigues que, por mucho horno que le des, el hueso salga limpio de tus tajadas de costilla estás de enhorabuena y tienes un motivo más para iniciarte en la cocina al vacío (o sous vide). Esta receta es fácil, barata, sabrosa y te animará a descubrir un mundo que no es tan caro como podrías pensar.
- Ingredientes para 2 personas. 1kg de costillas de cerdo, 40g de pimentón dulce, 40g de azúcar moreno, 30g de sal, 1 cucharadita de pimienta negra molida, 1 cucharada de orégano seco, 2 cucharadas de ajo en polvo y salsa barbacoa.
- Elaboración. Pide a tu carnicero que te prepare el costillar cortado en trozos de entre 15 o 20 centímetros para que quepa bien en las bolsas de vacío. Un costillar de un kilo debería entrarte en dos bolsas sin problemas y es perfecto para dos personas con hambre (tres o, incluso, cuatro, si no es plato único). En la marinada lo importante son los proporciones, debe haber 1/3 de vaso de pimentón, 1/3 de vaso de azúcar moreno y 1/4 de vaso de sal. Junta estas especias con la pimienta, el ajo en polvo y el oregano en un bol y mézclalas bien. Si cuentas con un molinillo de especias (vale uno de café) puedes mezclarlas con su ayuda para obtener un aderezo más fino, pero no es estrictamente necesario. Unta bien las costillas con el aderezo, que quedará pegado a estas. Introduce las costillas en las bolsas y procede al vaciado. Coloca el circulador en una olla, calienta el agua y, una vez alcanzada la temperatura deseada, coloca las costillas al vacío y programa el temporizador. Deben cocinarse a 12 horas a 74º para lograr una textura más firme o durante 36 horas a 63º para que queden ultrasuaves. Recuerda que, si no cuentas con un reciente con tapa, en los cocinados tan largos el agua se va evaporando poco a poco, y deberás ir añadiendo más a lo largo del proceso (aunque puedes estar perfectamente ocho horas o más sin vigilar el asunto).
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Salsas americanas
Si nos ponemos puristas, todas las salsas anteriores con barbacoa -e incluso algunas con kétchup- podrían ser salsas americanas. Lo son, pero ahora nos vamos a las salsa latinoamericanas donde solemos encontrar picantes como el chipotle o aderezos como el chimichurri, que bien valen para dar vida a tacos, platos de pescado o carnes a la brasa.
Bocadillos de pollo con chimichurri
Aunque al chimichurri (que si quieres hacer casero, aquí tienes la receta) lo asociamos como condimento al aire libre para churrascos argentinos, la realidad es que le va bien a todo tipo de carnes. En esta receta te contamos cómo hacerlo con pollo y con la que podrás aprovechar el bote que tengas por casa -o decidir si adentrarte en la cocina argentina al 100%-.
- Ingredientes para 2 personas. 2 panecillos, 1 pechuga de pollo, 1 manojo de perejil fresco, medio pimiento rojo, 30g de cebolla morada, 1 diente de ajo, 75ml de aceite de oliva virgen extra, 30ml de vinagre de vino blanco, sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. Hervimos la pechuga de pollo en una olla con agua y sal por unos 25 minutos. Al término del tiempo de cocción, la retiramos del agua y las deshebramos. Cortamos la cebolla morada en julianas que ponemos a freír por un par de minutos en un sartén con una cucharada de aceite de oliva. Agregamos el pollo, sazonamos con sal, pimienta y dejamos, en la lumbre baja, por unos 10 minutos. Para hacer el chimichurri, pasamos las hojas de perejil por agua, picamos el pimiento rojo así como el diente de ajo. Colocamos estos ingredientes en un procesador de alimentos o licuadora, agregamos cuatro cucharadas de aceite de oliva, el vinagre de vino, sal y pimienta. Procesamos hasta integrar todo en una consistencia espesa. Vertemos en un cuenco, tapamos y refrigeramos por unos 10 minutos. Para servir, untamos mantequilla en cada lado de los panes, los calentamos en el horno por unos cinco minutos. Los rellenamos con hojas verdes, el pollo y la salsa.
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Bocadillos de tinga de pollo al chile chipotle
Si tienes una salsa de chipotle en la nevera, o una mayonesa de chipotle, esta receta puede ser una bendición para darle salida con un aire muy mexicano. Es bastante barata, muy resultona y también puede ser parte de una cena temática, o para un aperitivo distinto.
- Ingredientes para 2 personas. 250g de cebolla blanca, 1 pechuga de pollo, 4 panecillos, 1 tomate maduro, 1 chile chipotle en adobo, 2g de comino molido, sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. Cortamos la cebolla en julianas, el tomate en trozos medianos y vamos a freír todo esto en un sartén con un poco de aceite de oliva. Dejamos a fuego lento mientras en una olla tendremos la pechuga de pollo hirviendo por unos 20 minutos. Al terminar este tiempo retiramos el pollo del agua y la deshebramos. Agregamos el pollo al sartén con el tomate y la cebolla. Picamos el chile chipotle que integramos a los ingredientes anteriores. Ajustamos el sazón con el comino, sal y pimienta. Revolvemos bien todo y dejamos a fuego lento por unos 10 a 12 minutos. Calentamos los panes miniatura, los cortamos en dos y rellenamos con la tinga. Servimos caliente o tibio.
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Fajitas de pollo en crema de chipotle
Nos vamos a lo texmex con otra salsa que puedes hacer en casa (como indicamos en la receta) pero que también puedes hacer con la salsa de chipotle que tengas por la nevera, o con cualquier salsa picante que te guste. El juego de la crema de leche es muy untuoso y permite repetir salsa, así que cada fajita será una auténtica odisea de sabor -y de algo de pringue-.
- Ingredientes para 2 personas. 2 pechugas de pollo, 1 pimiento de color, 1 cebolla, 2 chiles chipotle en adobo, 250ml de crema de leche, 150ml de leche, 5g de ajo granulado, sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. Cortamos las pechugas de pollo en fajitas de unos ocho centímetros de largo aproximadamente. Cortamos igualmente la cebolla en julianas. Abrimos el pimientos, le retiramos todas la semillas y lo cortamos también en julianas. Ponemos a calentar el aceite en un sartén un poco grande. Ponemos a dorar las fajitas de pollo por unos tres a cuatro minutos a fuego medio. Agregamos el pimiento y la cebolla. Sazonamos con sal y pimienta al gusto. Ahora vamos a preparar la salsa cremosa de chipotle. Para esto colocamos dos o tres chiles en el vaso de una licuadora. Les agregamos la leche, la nata, la cucharita de ajo en polvo y sal al gusto. Licuamos bien hasta obtener una salsa cremosa algo espesa. Vaciamos esta preparación en el sartén en el que tenemos el pollo. Revolvemos, bajamos la lumbre al mínimo y dejamos unos diez minutos adicionales.
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Salsas a base de mayonesa
Negarle el podio a la mayonesa a la hora de engendrar salsas es casi un pecado. Serían infinitas las recetas que de ella salen de una forma u otra y, aunque hacer en casa mayonesa clásica es muy fácil, es posible que más de uno tengamos un bote de mayonesa industrial en casa. Si eres de esos, no hace falta que te digamos en qué centenar de platos se puede usar.
Lo que sí vamos a hacer hoy es darte algunas opciones de cómo reinventarla y salirnos del sota, caballo y rey con algunos platos sencillos en los que la mayonesa y alguna compañía pueden cambiar totalmente el menú,
Cocktail de langostinos
Vuelven los ochenta, pero sin hombreras y sin italodance. Eso sí, que no nos quiten nuestro cóctel de gambas o langostinos, el compañero perfecto de la salsa rosa -que suele ser kétchup y mayonesa- y que en este caso te traemos con otra propuesta.
- Ingredientes para 4 personas. 2 aguacates, 24 langostinos, 150g de canónigos, 8 cucharadas de salsa rosa, una cucharada de pimentón dulce, 2 ajos, sal, pimienta negra y un poco de harina.
- Elaboración. Limpiamos los langostinos, le quitamos las cabezas y las cáscaras. Y los reservamos. También cortamos los aguacates por la mitad y sacamos cada mitad con una cuchara. Podemos ir emplatando, ponemos una mitad de aguacate por plato y encima bastantes canónigos. Seguimos con los langostinos, todo esto muy rápido, los enharinamos y los salteamos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Los sazonamos con un poco de sal y pimienta y les añadimos el pimentón dulce. Salteamos, moviendo bien para que no se queme el pimentón y servimos. Por último ponemos un par de cucharas de salsa rosa por encima del aguacate y servimos.
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Ensalada de salmón con aderezo Mil Islas
La frontera entre salsa rosa y otros aderezos como la salsa rusa o la mil islas es muy exigua. Realmente todas parten de una salsa de tomate y otra parte ácida, bien sea crema -como un yogur- o bien sea otra salsa -como la mayonesa-. Luego varían en su composición, pero en este caso os traemos una sencilla Mil islas que puede ser de bote o casera, porque veréis en los ingredientes que es muy sencilla.
- Ingredientes para 2 personas. 200g de salmón fresco, 150g de arroz basmati, 100g de pimiento rojo, 100g de maíz cocido. Para la salsa: 45g de kétchup, 75g de mayonesa, 15g de cebolla blanca picada, 1 pepinillo, 5g de tomillo seco. Sal y pimienta negra molida.
- Elaboración. Cocemos el arroz en agua con sal y dejarlo enfriar en un cuenco cuando ya esté listo. Enseguida vamos a calentar un sartén con unas gotas de aceite de oliva y vamos a colocar el filete de salmón con la piel hacia abajo. Lo dejamos a fuego medio por unos 15 a 18 minutos, hasta que la piel esté bien tostada y el filete se haya cocido y esté rosadito. Retiramos de la lumbre y dejamos enfriar. Vamos a limpiar el pimiento rojo, desvenarlo y retirar todas las semilla para luego cortarlo en julianas. Calentamos un sartén con aceite de oliva y ponemos a asar las julianas de pimiento. Cuando el salmón esté frío lo hacemos migas y lo añadimos al arroz, junto con los granos de maíz y las julianas de pimiento asado. Sazonamos con el tomillo, sal y pimienta negra. Para la preparación del aderezo Mil Islas vamos a poner en un cuenco la mayonesa junto con la kétchup, la cebolla finamente picada, el pepinillo picado, sal y pimienta negra molida. Mezclamos enérgicamente muy bien todo los ingredientes. Vertemos en un frasco de vidrio con tapa y refrigeramos unos minutos.
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