El saludable brócoli ha logrado ganarse el valor que se merece y ya no tiene tan mala fama como esa verdura vilipendiada injustamente, víctima de prejuicios y de tantos años cocinándola mal. La mejora y aumento de sus cultivos nos permiten disfrutar de recetas con brócoli todo el año sin aburrirnos, pues se adapta a todo tipo de técnicas y platos. Cocinar brócoli en microondas es una de las formas más fáciles, rápidas y versátiles para aprovecharlo, y su técnica no tiene ningún misterio más que la práctica.
He de decir que siempre defenderé el sabrosísimo brócoli al horno como mi elaboración favorita, pero admito que lo cocino en el microondas mucho más a menudo. Es muy útil en verano, cuando no apetece nada encender el horno, y además ahorra energía y tiempo. Tiene también la ventaja de que es más sencillo cocinarlo en su punto, sin sobrecocerlo y con la mínima pérdida de nutrientes, ya que el vapor es la técnica más saludable para sacarle todo el partido.
Decía que la única dificultad de cocinar así el brócoli reside en la práctica, pues cada microondas es un mundo y tampoco tenemos todos los mismos gustos. Se hace tan rápido en este electrodoméstico que es difícil dar con un tiempo exacto de cocción, pues depende de la potencia, si el aparato tiene función vapor o si nos gusta más o menos cocido, pero es muy fácil dar con el punto preciso cuando ya tienes algo de experiencia. Con tres minutos lo tienes muy al dente, aún crujiente y fresco, aunque los cuatro minutos son la medida más estándar que se recomienda para empezar.
También influye si vas a comer el brócoli tal cual o lo vas a emplear en otras recetas, quizá salteándolo, rebozándolo o recalentándolo más tarde con alguna salsa o acompañamiento. Recuerda que si lo vas a someter después a otra fuente de calor, mejor dejarlo con un toque más firme. Lo que más tiempo te puede llevar es cómo preparar y cortar el brócoli, pero si cuentas con un buen cuchillo de chef o de verduras de hoja afilada, es coser y cantar.
Cortar el brócoli separando los ramilletes en piezas de más o menos el mismo tamaño, aunque tampoco hay que ser muy escrupulosos. Salvo que nos interese específicamente que todas las piezas tengan exactamente la misma textura, se pueden dejar floretes más grandes enteros y otros más pequeños; si nos salen muy voluminosos podemos cortarlos por la mitad.
Preparar también el tronco principal más grueso, retirando la base mediante un corte más o menos generoso según su estado, y pelar ligeramente hasta que se vea la parte interna de color más claro y menos fibrosa. Los tallos superiores más grandes también se pueden cortar de los floretes.
Limpiar bajo el agua del grifo con suavidad, sobre un colador o escurridor, y enjuagar bien. Secar con un centrifugador de verduras o con un paño limpio, sin necesidad de dejarlo totalmente seco. Colocar en un recipiente apto para cocer al microondas procurando que no se amontone demasiado.
Podemos usar un utensilio específico para cocer en microondas, tipo Lékué o un cocedor al vapor, o simplemente una fuente o plato fondo y grande apto para este electrodoméstico. Si fuera necesario, dividir en dos porciones. Añadir tres o cuatro cucharadas de agua al fondo y cubrir con una tapa de microondas o un plato apto.
Si nuestro microondas tiene función de cocción al vapor, utilizarla marcando el peso del brócoli y el modo de verduras para que calcule el tiempo automáticamente. En caso contrario, programar a máxima potencia durante cuatro minutos. Comprobar el punto con cuidado; si estuviera aún algo crudo para nuestro gusto, cocinar en tandas de 30 segundos más hasta dar con el punto que nos guste.
Con qué acompañar el brócoli al microondas
Cocido tal cual se puede servir como guarnición aderezado al gusto con especias, hierbas, un poco de aceite de oliva virgen extra o alguna vinagreta. Gana mucho con un toque picante, unas anchoas troceadas y queso curado tipo parmesano rallado, y está buenísimo cubierto con bechamel y gratinado. Si lo hemos dejado al dente podemos saltearlo para darle un punto caramelizado, con otros ingredientes como ajo laminado, un sofrito de cebolla, arroz, garbanzos cocidos o pasta, alguna proteína como dados de pechuga de pollo, gambas, tofu o tiras de carne de ternera.
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Se puede guardar en la nevera durante varios días en un recipiente hermético y emplear para hacer platos combinados con otras preparaciones según el día, para acompañar unos huevos fritos o montar alguna ensalada fría o templada, y también nos servirá para hacer una tortilla, una quiche, tartas saladas o pizzas. Si lo cocemos más tierno se puede aprovechar para aplastar o triturar y hacer tortitas saladas, hamburguesas vegetarianas, croquetas o una crema o puré.
Recetas para aprovechar el brócoli al microondas
- Brócoli rebozado
- Brócoli al vapor con aliño de tahini y limón
- Crujientes de brócoli o smashed broccoli
- Salteado de soja texturizada y brócoli
- Tortitas de brócoli
- Ensalada de brócoli, dátiles y pistachos con vinagreta templada
- Ensalada cremosa de brócoli, pero con beicon
- Ensalada César de brócoli
- Ensalada de cuscús, brócoli y vinagreta de naranja
- Lentejas rojas al curry con brócoli
- Crema de brócoli, leche de coco y mascarpone
- Quiche de brócoli, queso de cabra y mostaza
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