Una receta estrella para el desayuno y la tarde: un budín de limón y arándanos. Una de mis preparaciones favoritas para merendar, es un budín cítrico. Es riquísimo, con mucho gusto a limón, tierno y húmedo sin ser pesado para el estómago. Y la combinación con arándanos, resulta exquisita, es el equilibrio justo entre dulce y acido. Esta receta es salvadora cuando surgen las ganas de comer algo dulce, casero y rico.
La posibilidad de adaptar los ingredientes, es una virtud en esta receta. Tal es el caso, que puedes utilizar harina blanca, de espelta o de quinoa, para una versión sin gluten. Ahora bien, en los últimos dos casos, es importante incorporar las semillas de lino o chia, previamente activadas en agua, para una masa elástica. Al ser harinas más robustas, requieren de un agente unificador. Lo mismo sucede con el azúcar, al utilizar azúcar morena (o de coco), el resultado se tiñe a oscuro por lo que se puede reemplazar por azúcar blanca para un budín más claro.
Encender el horno a fuego medio 180 ºC.
En una pequeña taza, mezclar el lino molido con el agua por 15 a 20 minutos. Reservar.
En un cuenco, mezclar la leche, el aceite, el zumo de limón, la ralladura, el azúcar moreno, el lino activado, el jengibre y la esencia de vainilla (opcional). Integrar hasta que quede homogéneo. Reservar.
En un segundo cuenco, agregar la harina integral y la levadura química. Reservar.
Incorporar los ingredientes secos a los húmedos y mezclar hasta integrar con una espátula. Agregar los arándanos e integrar con movimientos envolventes.
Volcar la mezcla en un recipiente previamente aceitado y enharinado (o de silicona) y decorar con algunos arándanos. Hornear por aproximadamente 40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio. El tiempo de cocción dependerá mayormente de la potencia del horno.
Dejar entibar antes de desmoldar y disfrutar.
Guardini, Bnat, Molde para Plumcake, 25x11cm. Material: Acero con Revestimiento Antiadherente de Cera de Carnauba, Color Verde y Beige.
Con qué acompañar el budín de limón y arándanos
Este y cualquier tipo de budín, se puede guardar en el congelador una vez frío, en porciones o entero envuelto en papel transparente para disfrutar en cualquier momento del día. Una porción se lleva de maravilla con una horchata de nuez o una taza de té negro con limón.
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