Cómo eliminar la piel de los garbanzos de forma rápida y sencilla: existe un truco infalible

Cómo eliminar la piel de los garbanzos de forma rápida y sencilla: existe un truco infalible
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Ya sea que se transformen en un hummus cremoso, se agreguen a una sopa o ensalada o se cocinen en el horno con especias para un snack de garbanzos crujiente, los garbanzos son sinónimo de sabor y textura. También son una gran fuente de proteínas y de fibra.

Los garbanzos tienen una capa de piel ligera y transparente, que muchas veces se puede transformar en un obstáculo y la razón por la cual, generan distensión abdominal. Estas pieles están presentes, estén las legumbres secas o en conserva. De cualquier manera, las pieles pueden ser una molestia visual en la degustación y arruinar un buen hummus.

Afortunadamente, hay un truco que permite eliminar la piel de los garbanzos de forma rápida y sencilla. Porque la idea de pelar cada legumbre individual suena engorroso y por más tedioso. Con este método, fácilmente podrás pelar un kilo de garbanzos sin demasiados problemas.

Luego de varias pruebas e intentos fallidos en la cocina, el truco ha sido añadir bicarbonato sódico. Al momento de remojar los garbanzos secos en agua, añadir una porción de bicarbonato de sodio, ayuda a regular el ph del agua. Esto suaviza los garbanzos y hace que las pieles prácticamente se desintegren cuando se cocinan más tarde o que floten mientras hierven. La proporción adecuada es una cucharada de bicarbonato por cada 200 g de legumbre. Este método funciona de la misma manera con los frijoles y alubias.

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El uso del bicarbonato sódico además acelera el tiempo de cocción. Luego de remojar los garbanzos durante la noche y descartar el agua. En una cacerola amplia y profunda, agregar las legumbres limpias con la proporción de bicarbonato y la suficiente agua para cubrirlas. Llevar a un fuego medio y cocinar durante 20 a 40 minutos (de acuerdo al tamaño). Quitar cualquier espuma que pueda surgir en la superficie y descartar las pieles que floten, hasta que los garbanzos estén tiernos, pero no bandos. Una vez logrado el punto deseado, escurrir en agua fría y así estarán listos (y sin piel) para usar en las recetas.

Imagen | iStock

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