Nos encanta horrorizarnos ante paellas foráneas más o menos desafortunadas, pero luego bien que versionamos platos extrajeros sin el más mínimo pudor. Erramos en el doble rasero, pues como bien defiende David de Jorge en su receta de curry de calabacines, nunca hay que ser talibanes con la cocina; lo importante es disfrutar.
"Se trata de coger todo lo que nos gusta y todo lo bueno para hacer en cocina lo que nos dé absolutamente la gana", afirma el televisivo cocinero, más conocido como Robin Food. Eso no quita el valor de conocer y respetar las tradiciones y culturas, tanto propias como ajenas, pero siendo conscientes de que es posible adaptar, modificar y evolucionar las recetas sin que tengamos que pedir perdón por ello.
Este no será un curry auténtico de la India -tampoco es que lo sean los que preparamos con la típica mezcla molida amarilla de supermercado-, pero es un plato muy sencillo y sabrosísimo, que también nosotros nos hemos permitido cambiar un poco en función de lo que teníamos en la despensa.
Rallar un trocito de jengibre fresco sin la piel, hasta obtener una cucharada aproximadamente, y el diente de ajo pelado. Picar muy fina la cebolleta y las guindillas, añadiendo más o menos según el nivel de tolerancia al picante.
Calentar una sartén ancha y alta o tipo wok, añadir un par de cucharadas generosas de aceite de oliva y echar los ingredientes anteriores. Dejar sofreír a fuego medio-bajo unos minutos, sin dejar que se doren. Mientras, lavar los calabcines y cortar en rodajas no muy finas. Si se usa el tamarindo, machacar la pulpa con un poco de agua.
Añadir el tomate, machacar un poco y echar el calabacín y el tamarindo. Salpimentar y, si se desea, aderezar con especias tandoori o un poco de pimentón y comino molido. Sofreír el conjunto, removiendo de vez en cuando y vigilando que no quede muy seco , hasta que la verdura esté al punto deseado.
Servir con cilantro o perejil fresco picado, semillas de nigella, alholva o sésamo, y ralladura de lima o limón al gusto. Se puede tomar recién hecho, caliente, o dejándolo enfriar para servir más templado, o tras pasar un reposo en la nevera, cuando habrá cogido más sabor.
Con qué acompañar el curry de calabacines
Por sí solo este curry vegetal es un plato estupendo para tener listo si queremos disfrutar de una cena ligera que nos deje satisfechos sin llenarnos en exceso, aunque ganará mucho más acompañado de arroz de guarnición, unas patatas nuevas cocidas o pan plano tipo naan o chapati. También será una excelente guarnición de carnes, pescados o proteínas vegetales como el tofu o algún preparado de legumbres, y también podemos completarlo fácilmente añadiéndole un par de huevos escalfados o cocidos.
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