Si estas cansado de las mismas sopas, te propongo variar con una crema de maíz dulce que tiene además cúrcuma y cabello de ángel. Es una combinación que te sorprenderá. La combinación de la dulzura del maíz, el toque colorido de la cúrcuma y la suavidad del cabello de ángel hacen de esta sopa una opción interesante, terapéutica y rica en propiedades antiinflamatorias.
Para un mayor disfrute, sugiero espolvorear la sopa con semillas de calabaza o girasol tostadas, hasta unos picatostes en freidora de aire para una textura crujiente. Sin dudas, una cucharada de aceite de oliva virgen extra y pimienta negra recién molida realzarán el sabor.
Esta sopa es de mis preferidas porque lleva pocos ingredientes y tiene una preparación sencilla. Tan simple es, que en menos de 20 minutos estará lista para comer.
Con 400 g de maíz dulce congelado o fresco o de lata es suficiente para preparar dos porciones. Luego es una cuestión de dorar la cebolla y la cebolleta con unas gotas de aceite de oliva hasta dorar. Seguido del maíz, con ayuda de una cuchara revolver para dorar los granos e integrar. Momento de cubrir los ingredientes con el líquido (caldo vegetal, agua o leche) y cocinar unos 15 minutos. Luego triturar todos los ingredientes a máxima potencia con una procesadora o batidor de mano, hasta alcanzar una crema fina, ligera y sin grumos.
Sobre los condimentos, se puede sazonar con sal y pimienta. O bien experimentar con jengibre molido, pimentón dulce o picante, hasta comino para un resultado más exótico.
Se puede servir en vasitos de vidrio individuales a modo de entrante con hierbas frescas, como cilantro o cebollino y luego pasar al plato principal como una quiche de verduras o una tarta salada de espinacas, feta y patata.
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