Todos tenemos más o menos claro que las grandes recetas de cuchara se están perdiendo. Todo aquello que signifique pasar muchas horas en la cocina o preparando de más parece llevarse bastante mal con el siglo XXI. O con sus prisas y con las pocas ganas que tenemos de invertir el tiempo en estar delante de los fogones, cuando podríamos estar en una terraza, tomando el vermú.
Sin embargo, cuando de vez en cuando el tiempo no permite y las ganas de la terraza y el vermú tienen que esperar un poco porque la primavera no está por la labor de aparecer a corto plazo.
Hay algunas recetas de cazuela muy rápidas, muy sencillas y muy tradicionales, que nos permiten salir del apuro, sin complicarnos, incluso aunque no lo creáis, hay recetas de cazuela tradicionales, que no necesitan llevar carnes ni embutidos y que nos permiten hacer un plato totalmente vegano sin esfuerzo.
Lo curioso es que quizá cuando pensamos en platos de cuchara de Cantabria, la cabeza nos vaya a llevar directamente si hablamos de legumbres al mítico cocido, montañés o al cocido lebaniego. Sin embargo, hay una receta que insistimos no tanta gente conoce que es perfecta para resolver en apenas una hora, un plato de legumbres, caliente, tradicional y vegano, sin que os tengáis que esforzar en la cocina más de la cuenta.
El plato en cuestión no es otro que los caricos estofados, una legumbre que podéis encontrar con mucha facilidad en determinados comercios, y que no deja de ser un tipo de alubia roja muy sabrosa.
Aquí el único misterio es que la veis los cascos, el día anterior y los dejéis remojar en abundante agua fría durante toda la noche (mejore la nevera) y, al día siguiente, Laváis bien una cebolleta, una zanahoria, un pimiento y los troceáis piezas grandes igual que la cebolleta, también picada y un ajo laminado.
Cuando esté todo listo, metemos en una olla exprés los caricos, las verduras, las especias (comino molido, pimentón dulce y pimienta negra molida), el aceite y una pizquita de sal. Cubrimos con agua, no demasiada, y cerramos bien.
Después solo habrá que calentar a temperatura alta hasta que la olla alcance la máxima presión interna, bajar y dejar cocinar entre 25-35 minutos. Pasado ese tiempo, destapamos con cuidado y vemos el punto de los caricos. Tienen que estar tiernos, pero no rotos.
Si están así, sacamos las verduras y las trituramos con un poco de caldo y algunas alubias, una pizca de sal y un poco más de pimentón. Lo reintegramos a la olla, mezclamos bien y servimos con un chorrito de aceite de oliva.
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