La socorrida ensalada para cenar entre semana tiene dos problemas: no siempre nos sienta bien y puede ser aburridísima. La lechuga de siempre, sea iceberg o alguna más sabrosa como la hoja de roble, produce gases a muchas personas que cenan tarde y genera malestar a la hora de conciliar el sueño, por eso prefiero elegir alternativas verdes más digestivas pero igual de ligeras.
Los canónigos, la rúcula y los brotes de espinacas son mis opciones preferidas, y precisamente con los primeros preparamos una ensalada sencillísima que se antoja ideal para una cena saludable y ligera, sin dejar de ser nutritiva y saciante, que no suponga un problema para el descanso.
Apenas cuatro ingredientes tiene la ensalada de aguacate y mango, con canónigos a modo de cama verde y enriquecida con queso fresco tipo queso de Burgos. Cuatro elementos que combinan de maravilla juntos: el frescor tropical del mango, la textura cremosa y las grasas saludables del aguacate, y las proteínas con un sabor lácteo suave que aporta el queso. Los canónigos son muy agradables en este tipo de ensaladas, con su punto crujiente pero sin ser tan exagerado como la lechuga, mucho más tierno, de sabor herbáceo y con fondo picante pero a la vez dulce, con toques de frutos secos.
En nuestra receta original además añadimos unas semillas de amapola que suman más nutrientes y dar un contrapunto crujiente de color a las frutas, aunque no es imprescindible. Puedes incluso sustituirlas por semillas de chía si tienes en casa, o de sésamo tostado. Cambiarlas por unos pistachos, nueces o pipas de girasol o de calabaza tampoco sería mala idea.
Incluso si omites el queso la combinación de aguacate y mango con los canónigos es riquísima y se prepara en un momento.
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