El universo de las alternativas cárnicas a base de plantas ha recorrido un largo camino, y aún le queda mucho por explorar. Con la explosión (y saturación) de los análogos de carne vacuna o de pollo, como Heura, Beyond Meat, Impossible Burger, etc; las nuevas marcas se están sumergiendo en el mundo marino.
Hay de todas las calidades, y algunas tienen bastante éxito como BettaF!ish. TU-NAH es una alternativa 100% vegetal que tiene todo el sabor, la textura y la apariencia del atún. De esta manera, aquellos que optan por una alimentación plant based o quieren reducir la ingesta de carne, pueden disfrutar de una ensalada de atún o pastel de atún sin remordimiento.
TU-NAH es una alternativa sin pescado de una startup con sede en Berlin que está revolucionando la industria alimentaria. Con gran proyección, a diferencia de otros productos alternativos en el mercado, no contiene soja ni trigo. En su lugar, está hecho de una base de legumbres, como habas orgánicas del norte de Francia y algas marinas de Noruega e Irlanda.
Envasado en una lata metálica de color azul, cuentan con cremas para untar o spreads en botes de vidrio, en tres sabores diferentes: natural, olivas, tomate picante con chili y pimienta negra.
Y si bien, en casa podemos replicar la idea de atún con un bote de garbanzos, con la ayuda de algas nori, mostaza de Dijón y aceitunas, hasta un poco de apio tal vez. Hoy en día, el mercado de pescados, moluscos y mariscos veganos está en alza.
De hecho, unos años atrás, en la sección de congelados vegetales, rebalsaban las hamburguesas y otros productos alternativos de carne tipo pollo, con la presencia ocasional de algún filete de no-pescado. Mientras que hoy son varias las alternativas marinas para elegir, y esa es una noticia positiva para los océanos.
La sobrepesca es un problema creciente y global. Y la posible solución es desarrollar un mejor pescado, incluso si en realidad no es pescado. Desde salmón impreso en 3D hasta rabas de calamar y palitos de cangrejo al estilo surimi, y, por supuesto, atún en lata.
En este escenario, nace BettaF!sh. Una incubadora liderada por jovenes profesionales en Alemania, quiénes movilizados por la situación climática actual, buscan "océanos más saludables y un futuro delicioso basado en plantas", demostrando como las startups impulsan la alimentación del futuro. TU-NAH es su producto estrella: un homónimo que sabe a atún, parece atún y es un todoterreno, como el original.
"Estamos poniendo en primer plano el súper ingrediente de las algas. Rebosantes de sabor, valor nutricional e impacto ambiental, es el héroe de nuestro TU-NAH" y el sabor proviene principalmente de estas. Aporta ese sabor umami al "pescado".
Las algas marinas, un tiempo atrás, eran un ingrediente exótico en la cocina. Sin embargo, con la popularización de la cocina asiática, su consumo es cada vez más frecuente. Por su calidad nutricional son grandes aliadas de los vegetarianos y veganos, dada su elevada concentración en micronutrientes.
Como vegetal florecen sin requerir suelo, agua dulce, fertilizantes o pesticidas. Por esto, se lo considera un alimento de impacto positivo. Es un recurso marino regenerativo que apoya la biodiversidad. Por esto, BettaF!ish trabaja a favor de reemplazar los mariscos convencionales con algas marinas en busca de restaurar el equilibrio de los océanos. Según los datos oficiales de la web, sus alternativas veganas han impedido que se consuman 122 toneladas de atún y han salvado 124 toneladas de animales de ser capturados desde su lanzamiento en 2021.
TU-NAH es un producto plant based y proteico, ya que el ingrediente principal es la proteína de guisante y faba, a la que se añaden algas, grasas, y otros condimentos para conseguir un sabor y una textura similar al atún. De todas maneras, el sabor sigue (y seguirá) siendo un factor decisivo. Y en este caso, está muy bien logrado.
TU-NAH está hecho con agua, 14 % de proteína de guisante y faba, 11 % algas con aceite de colza, vinagre, fibra de avena, sirope de arroz, alcaparras, especias, concentrado de batata y demás agregados que ayudan a recrear el sabor y la textura del atún como los aromatizantes naturales, sal, almidón modificado, ácido cítrico y espesante (goma xantica).
Como norma general, se recomienda consumir el atún abierto en un plazo máximo de 24 horas. En el caso de TU-NAH se mantiene hasta por 3 días en la nevera. Cada 100 g aporta 253 kcal, seguido de 8.1 g de proteína, 6.6 g de fibra y 1.2 g de sal. Concentra 21 g de grasa por porción.
Simple para manipular, tiene una tapa abre fácil que permite evitar heridas o cortes en las manos. Con un peso de 140 g, está completo a su máxima capacidad, sin exceso de agua ni de aceite. En tanto su olor, es muy fresco y definitivamente huele a pescado, pero de una manera bastante suave. La carne se observa firme y brillante. Los trozos son tersos al tacto, bien definidos y para nada babosos. A primera vista se ve tan realista que asusta.
En la boca, tiene una textura cremosa que se derrite. Está pensando para ser mezclado con mayonesa o acompañado o sobre pan tostado o crackers, ya que por sí solo, resulta un poco extraño. Es salado y levemente dulce, intuyo por el concentrado de batata. Ahora, en una tostada con tomates cherry y orégano seco, el sabor es perfecto. Mismo, marida con otros ingredientes para preparar sándwiches, ensaladas y wraps. De esta manera, con muy pocos ingredientes, el atún de BettaF!ish nos puede sacar de un apuro con una comida rápida y nutritiva.
Por el momento, se comercializa a gran escala en otros países europeos. Por ejemplo, se encuentra la TU-NAH pizza en las tiendas ALDI de Alemania y Suiza, y la gama de sándwiches en tres variedades de sabor: clásico, maíz dulce y pimienta, y chile dulce. En España se encuentra en V-Trust, una tienda vegana de especialidad ubicada en Carrer de l'Amistat, 22 en el barrio de Poblenou, Barcelona.
En definitiva, BettaF!sh deja en evidencia la realidad actual: se acerca una alimentación para complacer las necesidades del futuro, con beneficios de nutrientes para el cuerpo humano y sin daño al medio ambiente. Es un atún vegetal que realmente me ha sorprendido por su buen sabor y textura, sin resultar demasiado pesado ni aceitoso al paladar, está muy equilibrado.
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