Esta salsa es perfecta como aderezo para ensaladas, pero también funciona como dip para vegetales crudos o para untar en pan tostado. ¡Tiene mucho sabor! Las aceitunas son una base excelente para salsas por su grado de salinidad, que puede variar desde amargo hasta más suave, dependiendo del tipo. Este sabor profundo va a dar un carácter distintivo a las salsas.
Al triturar las olivas, se logra una textura cremosa que puede ser muy agradable, dándole cuerpo a los platos además. Ricas en antioxidantes y minerales, la salsa de aceitunas evoca el Mediterráneo, para un resultado atractivo y fresco. Visto en la cuenta de Instagram de la creadora @tictacyummy.
Si las aceitunas tienen hueso, asegúrate de deshuesarlas. En un procesador de alimentos o una batidora, colocar las aceitunas, el queso crema, el yogur griego, el ajo (de utilizar), el vinagre de manzana, el aceite de oliva y el orégano. Procesar hasta tener una salsa homogénea de color verde. Para una textura más rústica, triturarlo menos.
Probar la salsa y ajustar con sal y pimienta según el gusto. Se puede utilizar la salsa inmediatamente o guardar en un frasco hermético en la nevera. Se conserva bien hasta tres días.
Con qué acompañar la salsa de aceitunas
La salsa de aceitunas es muy versátil y puede complementar una variedad de platos. En el caso de platos con carne animal, marida bien con pollo al carbón o pescado al horno, hasta unas brochetas. Más ideas podrían ser unos bastones de tofu en freidora de aire, o bien un bowl de quinoa con verduras y huevo hasta para hacer un hummus con una imprenta mediterránea.
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