Ahora es muy fácil encontrar harina de garbanzos en las tiendas y en los supermercados. Y es una interesante opción para incluir por sus propiedades nutricionales, e incluso es un ingrediente que permite hacer un amplio repertorio de recetas como tortillas crêpes o galletas, entre otras cosas, sin necesidad de utilizar huevo.
Una forma fácil y sencilla de hacer uso de esta harina es preparando estas tortitas. Pudiendo ser una receta dulce o salada, hay muchas opciones. Quedan muy bien las mezclas de especias como ras el hanout o curry molido, y en su versión dulce, canela o vainilla, harán que las tortitas aún más ricas. A veces también sumo garbanzos enteros a la mezcla para un rico tropezón en la boca. Estas tortitas se pueden utilizar en reemplazo del pan o para untar en un guacamole, dip o paté.
En un cuenco, volcar la harina de garbanzos junto a las especias, el bicarbonato sódico, la sal y la pimienta. Integrar. Añadir el agua y revolver con un batidor de mano, hasta obtener una textura fina y homogénea sin grumos.
Incorporar los garbanzos enteros y revolver nuevamente. Una vez preparada la masa, dejar reposar unos minutos para que espese. En este punto, puede ser que tengas que añadir unas cucharadas más de líquido para obtener la densidad correcta. No debe ser una masa demasiado ligera, pero tampoco demasiado densa.
Mientras tanto, poner a calentar una sartén a fuego medio-bajo con unas gotas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, con ayuda de una cuchara, verter la mezcla y cocinar unos 4 a 5 minutos hasta dorar. Con ayuda de una espátula, dar la vuelta para que se dore por el otro lado unos minutos más.
Retirar la tortita de la sartén, y continuar hasta terminar la mezcla. De acuerdo al tamaño, podrán salir entre 10 a 12 unidades.
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Con qué acompañar las tortitas de garbanzos
Para acompañar estas tortitas de garbanzos, recomiendo una buena mayonesa, o bien guacamole y salsa de yogur en cualquiera de sus variantes. Son ideales para acompañar una porción de proteína, con arroz o quinoa, en ensaladas o con verduras grilladas, combinan con todo lo que se te pueda ocurrir. Lo ideal es comerlos frescos hechos en el día, pero bien se pueden conservar en la nevera hasta por dos días.
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